Despecho, empoderamiento o negocio: la explicación psicológica detrás de las canciones de Shakira contra Piqué

Si hay algún tema de actualidad que ocupe las portadas del mundo entero ese es, sin ningún tipo de duda, la tormenta desatada en la relación Shakira-Piqué. relación Shakira-Piqué.La colombiana ha lanzado en el último mes dos bombas al que fuera su parejados bombas al que fuera su pareja y padre de sus hijos, ambas en forma de canción. Quizá mientras leas esta noticia las estés tarareando, escuchándolas de fondo o viendo algún reportaje acerca de estos 'hits'. Desde que ambos dardos impactaron de manera directa en el futbolista catalán y su nueva chica, las críticas, opiniones y debates en torno a las intenciones de 'Shak' han sido variadas. Los del 'team' de la artista valoran estas creaciones como una muestra de empoderamiento y creatividad, mientras que los del 'team' enemigo creen que la cantante está despechada y obsesionada con su ex-pareja. Pero, ¿Qué piensan los profesionales de la salud mental?, ¿Qué explicación psicológica hay detrás de este culebrón convertido en 'negocio musical'? Hemos preguntado a la psicóloga granadina Asunción Delgado, sexóloga, psicóloga y socióloga granadina.

Empoderamiento vs despecho

El debate en torno a este tema se ha generado en torno a la forma de actuar que ha tenido la de Barranquilla y sobre los sentimientos que están involucrados en su duelo. Muchos ven despecho, aunque, en este sentido, la psicóloga nos señala que ''conectar con las emociones negativas es un proceso necesario del duelo. Una fase de este proceso es la ira, aquí es donde se manifiesta el despecho, más aún si se ha producido una infidelidad o la causa de la ruptura ha sido una tercera persona.'' Y continúa, ''ella es una artista, está haciendo música, quizá esta es su mejor arma para combatir y hacer frente al dolor'', afirma.

Más allá de la finalidad, la profesional si considera que estos éxitos tienen que ver con el despecho. "Yo creo que esa canción obviamente tiene que ver con el despecho que siente ella por haber sido dejada. Porque, además, hace comparaciones muy explícitas, como la del Casio o el Twingo. Ella se pone por encima de él, deja claro que ha cometido un error dejando a una mujer como ella. Todo ese discurso se hace desde el despecho y el ego exagerado en ciertos momentos.''

Otra de las posturas que también se defienden es la del empoderamiento femenino. Un punto de vista en la que estas obras se ven como mera herramienta de desahogo ante una traición dentro de un compromiso. ''Aceptar una infidelidad es uno de los procesos más difíciles de gestionar dentro de una pareja. Existen normas no escritas que te sacan de esa exclusividad sexual y sentimental y se viven como una violación de los derechos de la pareja. Imagina si todo eso lo vives siendo un personaje público, en el ojo de la opinión pública con opiniones e información constante. No puedes canalizarlo de un día para otro'', explica. Y sentencia a este respecto ''este tipo de contraataque es un arma de desahogo y de respuesta con la misma fuerza que todo ese torbellino que se genera en torno a la ruptura y la infidelidad. Para que hablen de mi desgracia, que hablen de mi canción. Es una victoria.''

La psicóloga se atreve a afirmar que, dentro de estas posturas, en una ruptura tan pública, es incluso mejor la opción de expresar esas emociones canalizándolas a través de algo que se nos de bien. En este caso, a través de las canciones. ''Quedarse en la cama, deprimirse, retroalimentar ese drama y exponerse constantemente a esa información, es meterse en una depresión mayor'', atestigua. Y continúa, ''es una elección entre deprimirse o curarse. Ella ha elegido contar al mundo sus sentimientos y las situaciones que ha callado durante mucho tiempo''.

Sin embargo, y pese a usar la música como vía de escape, teniendo en cuenta los procesos del duelo, la profesional asegura que aún queda ''mucha rabia y rencor''. ''Llegará también la fase de culpa, miedo e incluso arrepentimiento, o una mezcla de todas que también se ve en la progresión de las letras'', asevera.

Los hijos, los verdaderos 'salpicados'

Según indica la profesional, lo que está claro en este historia es que los hijos son las verdaderas 'víctimas' de este escándalo. ''Si suponemos que ya de por sí los hijos se ven muy afectados en estas situaciones, hay que sumarle que esta separación es conflictiva y pública. Además, estás dando una imagen al mundo de que su padre o su madre son 'malos', algo que puede complicar la relación en el futuro o crear cierto resentimiento sobre el por qué se ha actuado o hablado así de una persona que para ellos es una referencia.'', asevera Coronado.

Más allá de inculcar una idea que puede causarles confusión o frustración y afectar la relación paterno o materno filial, sus relaciones personales en el colegio u otros espacios se puede complicar. ''el acoso o las burlas pueden convertirse en un habitual en el colegio. Además tendrán que escuchar estas canciones en muchos lugares a los que acudan, una situación que puede resultarle bastante incómoda o humillante.''

¿Duelo o negocio?

La última corriente en torno a este tema es la del negocio para todos. Esto ha generado más críticas y dudas en torno al dolor de la colombiana que apoyo. ''La idea de hacer negocio en torno a una desgracia o problema siempre ha sido muy cuestionada en la sociedad, es monetizar el dolor, un hecho que no está moralmente bien visto en la sociedad'', explica.

La profesional indica que, en cualquier caso, esto supone ''un acto de inteligencia''. Se trata de utilizar un arma más a su favor. Esto puede llegar a ser el mayor acto de empoderamiento, como bien dice las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan. O, más bien, las mujeres ya no callan, las mujeres facturan'', ironiza.

Ahora bien, en estos procesos lo más importante es enfocarse en sanar nuestras heridas y alejarnos poco a poco de quienes nos lastiman. ''Este objetivo es el que más cuesta alcanzar. Más aún si está cegada por el triunfo y el éxito. Todo eso también pasará y tendrá que quedarse sola con sus emociones, sin tapaderas'', aduce. Y sentencia, ''aquí radica la verdadera dificultad para saber si nos estamos comunicando con nuestras emociones de forma terapéutica o patológica. Quizá, llegado este punto, necesite una guía profesional''.