El convento de Madre de Dios acoge la misa por Sor Bárbara de Santo Domingo: día y hora
El cenobio recuerda a esta añorada hermana, conocida popularmente como "la hija de la Giralda"
Murió en 1872 con tan solo treinta años pero su legado permanece vivo
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La comunidad de religiosas dominicas del convento de Madre de Dios de la Piedad de Sevilla, sito en la calle San José, celebrará este próximo domingo 23 de noviembre, a partir de las 11:00 de la mañana, solemne eucaristía en conmemoración del CLIII aniversario de la muerte de Sor Bárbara de Santo Domingo. La eucaristía estará presidida por don Teodoro León, obispo titular de Mentesa y auxiliar de Sevilla.
Es uno de los cultos habituales que oficia esta comunidad en su particular calendario, junto a la misa, por ejemplo, a Santo Domingo de Guzmán. Sor Bárbara de Santo Domingo, conocida como "la hija de la Giralda", nació precisamente en el cuarto número cinco de la torre mayor hispalense en 1842. Era hija del campanero Casimiro Jurado y su esposa María Isabel Antúnez, que vivían en una de las reducidas estancias de las últimas rampas de la Giralda.
En la hoy mayoría de edad tomó el hábito dominico en este convento de Madre de Dios. Sin embargo, en 1868, y tras la revolución "gloriosa", las monjas perdieron sus casas y tuvieron que trasladarse al monasterio cisterciense de San Clemente. De allí jamás volvería, puesto que murió el 18 de noviembre de 1872, con tan solo treinta años. Recibió sepultura unos diez dísa después de su muerte, puesto que los médicos "no debajan de observar señales extraordinarias". Fue especialmente querida en el cenobio y su cadáver quedó incorrupto por espacio de ocho días. Cuando las dominicas regresaron a la calle San José, se llevaron los restos mortales de Sor Bárbara en un traslado que fue acompañado por una multitud con fervor y solemnidad. Su proceso de canonización fue introducido a principios del siglo XX y reiniciado hace aproximadamente una década.
El convento
En 1472 Isabel Ruiz de Esquivel, viuda del alcaide de Sevilla, Juan Sánchez de Huete, fundó en esta ciudad un beaterio para Religiosas Dominicas, en un viejo edificio, propiedad del Hospital de San Cristóbal y Santiago, en la Puerta de Triana. Pocos años después, en 1495, una riada del Guadalquivir anegó todo el barrio de Triana, dejando el Convento en estado ruinoso.
Las monjas se dirigieron a la reina doña Isabel la Católica, en demanda de auxilio. Por ello, en 1496, la Reina otorgó a las monjas una manzana de casas situada frente a la parroquia de san Nicolás. Estas viviendas habían sido pertenencia de los judíos. También en la donación figuraba una sinagoga que las monjas convirtieron en oratorio cristiano.
Medio siglo pasó de esta concesión real hasta que las monjas decidieron transformar el conjunto de casas en una residencia conventual apta para las necesidades de la vida de comunidad y levantaron una iglesia. La iglesia se terminó en 1571, bajo la dirección de los arquitectos Juan de Simancas y Pedro Díaz de Palacios y la portada de la calle San José, obra de Juan de Oviedo y de la Bandera finalizó en 1590. En ella destaca una hornacina central en la que aparece la Virgen entregando el rosario a Santo Domingo y por debajo el escudo de la Orden de Predicadores.
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