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Murillo fue hermano de la Virgen de la Alegría: hallados nuevos datos históricos sobre la hermandad

El investigador Víctor Regalado ha acreditado una serie de apuntes acerca de la cesión de la capilla o la llegada de la Virgen de la Salvación a la Sacramental

Tanto el pintor como su hijo Gaspar, canónigo de la Catedral, formaron parte de la nómina de hermanos

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La Virgen de la Alegría, una de las devociones de gloria más esperadas / Pablo Lastrucci

Uno de los artistas más destacados de la historia de la pintura como devoto de San Bartolomé, la cesión de una capilla o la llegada de una dolorosa que hoy cautiva a todo aquel que le reza. Son algunas de las conclusiones que arroja el nuevo estudio publicado por el historiador Víctor Daniel Regalado en el último boletín de la hermandad de la Alegría, una de las corporaciones letíficas más señeras de nuestra ciudad. Dichos trabajos se han desarrollado en el Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Entre las novedades descubiertas, se ha contrastado la donación de la antigua talla de la Virgen de la Salvación a la Sacramental (la conocida como Estrellita de San Bartolomé) o la cesión de la titularidad de la capilla de la Alegría a la cofradía.

Entre los datos más sugerentes y curiosos se apunta que el pintor Bartolomé Esteban Murillo, bautizado en la parroquia de la Magdalena y sepultado en la desaparecida de Santa Cruz, fue hermano de la Alegría. Así se atestigua en el libro de registro de hermanos, donde también se cita que uno de sus once hijos, Gaspar Esteban Murillo, ingresó igualmente como hermano, mientras desempeñaba su tarea como canónigo de la Catedral.

Con respecto al caso de la Virgen de la Alegría, en el año 1672 se inició el trámite ante el provisor de Palacio para adquirir la propiedad de su capilla, cedida por la familia descendiente de los llamados “caballeros Almansas” ya que no podían mantener el lugar. "Se acababa de organizar la hermandad y con el fin de dar mejor culto a la Virgen de la Alegría consideraban que ese espacio aportaba un lugar más adecuado que alguna capilla lateral del templo. Se informaba también que el comienzo de la hermandad se debía a una misión que los padres Juan Gabriel Guillén y Francisco Gamboa habían llevado a cabo en la parroquia junto a los fieles de la Alegría. Esto supone otro interesante dato fundacional de la corporación", señala la investigación.

La licencia y cesión de la propiedad fue concedida con algunas condiciones impuestas por los donantes. Una era conservar una talla de San Juan Evangelista, a quien se dedicaba antes la capilla. También se debía permitir el entierro de los descendientes de los donantes y que se cuidara su antigua lápida. "Estas peticiones han sido cumplidas por la hermandad hasta hoy, pudiéndose observar aún dicha lápida y manteniendo la adoración a San Juan Evangelista, aunque la talla actual debe ser mucho más reciente", apostilla Regalado.

La llegada de la 'Estrellita' a la Sacramental

Respecto a la Virgen de la Salvación, en 1774 la hermandad del Santísimo Sacramento inició el trámite de licencia en el Palacio Arzobispal con el fin de conseguir permiso para trasladar la talla de la Virgen a un nuevo retablo que se pretendía construirle. "La imagen se encontraba, parece que provisionalmente, en una capilla secundaria que no tenía uso, siendo su culto y adorno costeado desde antiguo por los marqueses de Vista Alegre, hermanos de la Sacramental. Sin embargo, se decidió donarla para reavivar su culto aportando también su ajuar. Se señalaba además en la donación que esto se hacía igual que antes habían cedido a la hermandad el conocido patronato del Lavatorio, fundación que ha pervivido hasta fechas recientes", indica la investigación.

La Virgen de la Salvación de la parroquia de San Bartolomé / José Maldonati

Contando con el permiso del clero parroquial y con la licencia del provisor, el proyecto se materializó. Se envió al maestro arquitecto Pedro de Silva el 19 de agosto de 1774 para evaluar la obra que habría que realizarse. La nueva capilla para Nuestra Señora de Salvación debía construirse en el espacio existente entre los accesos de las capillas del Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora de la Alegría. "Se valoró el muro como capaz de resistir el proyecto incluso si se le hacía un pequeño camarín, con la condición en ese caso de rellenar y condenar el hueco existente por el lado de la Sacramental destinado a sepulturas. Así, se concedió también permiso de hacerle camarín de hasta algo más de cuatro cuartas de fondo, pero siendo optativo no sabemos si se materializó. Hay dudas de que se ejecutara porque se mantienen los enterramientos traseros, bien es verdad que en la tasación se mencionaban unas puertas para acceder a las sepulturas que sí parece que fueron condenadas y tapiadas en algún momento. Llevarlo a cabo, no obstante, supondría una inversión mayor por parte de la hermandad", apostilla.

También se consintió la colocación de un pequeño altar de repisa. En principio el interés era colocar un retablo adosado a la pared, que podía ser nuevo o trasladar y aprovechar uno dedicado a Santa Catalina de Siena, abandonado y sin patronos en uno de los laterales del acceso al templo. De hecho, era donde había estado provisionalmente colocada Salvación mientras el trámite se llevaba a fin.

La Sacramental, como nueva titular de la capilla y de la imagen, debía hacerse cargo de los gastos de la obra, del aseo del lugar y de que el culto a la Virgen se mantuviera. "En algún momento esta capilla debió retirarse, ya que actualmente no se conserva ningún rastro del espacio entre ambas puertas de acceso. En un acta de cabildo de 1824 aún aparece como existente4 . Para finalizar hay que considerar una cuestión sobre la talla. En un proceso muy común en las hermandades pudo ser sustituida por la actual imagen modificada por Astorga en 1820 sobre una de Cristóbal Ramos fechada en 1776. En algún momento del siglo XIX debió cambiarse la talla por ser mucho más del gusto de entonces ya que, posiblemente, la primitiva fuera de pequeño tamaño y de talla completa. La falta de los cabildos celebrados entre 1800 y 1824 complica poder dar luz sobre esta cuestión", finaliza el estudio, que arroja más luz y más novedades acerca de esta emblemática corporación gloriosa de nuestra ciudad.

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