El resumen en vídeo del Domingo de Ramos 2019 en la Semana Santa de Sevilla

La Borriquita, Jesús Despojado, la Paz, la Cena, la Hiniesta, San Roque, la Estrella, la Amargura y el Amor realizaron estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral.

El resumen en vídeo del Domingo de Ramos 2019 en la Semana Santa de Sevilla
Pablo Lastrucci

01 de mayo 2019 - 18:05

Pleno de cofradías en la calle en la jornada del Domingo de Ramos en Sevilla. Las ocho hermandades que tenían previsto realizar su estación de penitencia pudieron concluir sin incidencias destacadas sus respectivas estaciones de penitencia al templo mayor de Sevilla.

A las cuatro y veinte de la tarde, con cinco minutos de adelanto, pedía la venia, en el palquillo del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Plaza de la Campana, la Hermandad del Amor, con el cortejo de nazarenos blancos que precede al paso de misterio de Jesús en su sagrada entrada a Jerusalén, conocido popularmente como el paso de la Borriquita. Sones clásicos de la banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora del Sol tras el paso que manda José María Rojas-Marcos.

La Hermandad de Jesús Despojado ponía su cruz de guía en la Plaza de Moviedro a las tres menos diez de la tarde, siendo la segunda cofradía en hacer su entrada en la carrera oficial. Sones de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes tras el misterio, interpretando entre otras marchas La Esperanza de María, dedicada a la Esperanza de Triana. Los 40 hombres que manda Rafael Rodríguez Quirós se lucieron bajo las trabajaderas, regalando momentos especialmente bellos en su entrada en la Campana. Se estrenaban las potencias del Cristo, obra de Gustavo Larios bajo diseño de Grande de León. Por otro lado, la Virgen de los Dolores y Misericordia, lucía una mantilla decimonónica procedente de Bruselas, donada por un grupo de hermanos. Romántico palio del Domingo de Ramos a sones de la banda del Liceo Municipal de Música de Moguer y a las órdenes de Manuel Carrasco y Pedro Díaz.

La Hermandad de la Paz era la tercera cofradía en llegar al centro de la ciudad. Ambos pasos, siempre sobre los pies, a las órdenes de Ernesto Sanguino, capataz general de la cofradía. Sones de la Agrupación Musical de Nuestra Señora de la Encarnación tras el Señor de la Victoria; y de la banda de Santa Ana de Dos Hermanas tras la Virgen de la Paz. La gubia de Antonio Illanes presente en cada una de las imágenes procesionales de esta hermandad del barrio del Porvenir. Se estrenaba la cruz del paso de misterio, así como nueva solería a diferentes alturas, ambos trabajos obra del escultor Fernando Aguado.

Concluidos los trabajos de restauración en la Iglesia de Los Terceros, la Hermandad de la Sagrada Cena salía desde la calle Sol a las tres y media de la tarde. Tres pasos: la Sagrada Cena, el Señor de la Humildad y Paciencia, y la Virgen del Subterráneo bajo palio. Largo canasto de caoba y cartelas policromadas para dar cabida al apostolado de Ortega Bru, que acompaña al Cristo tallado por Sebastián Santos. Sones de la banda de cornetas y tambores de María Santísima de la Victoria, Las Cigarreras, tras el misterio, interpretando en la Campana las marchas: Eucaristía, Maestro y Reinas del Baratillo. Llamativo el exorno floral que cada año trae el paso del Cristo de la Humildad y Paciencia, que viene cada año acompañado por la Capilla y Escolanía Salesiana María Auxiliadora. Cofradía que se cierra con el clásico palio azul de la Virgen del Subterráneo, con el clavel rosa y la banda del Maestro Tejera como complementos perfectos.

Dos de los estrenos musicales de la Semana Santa los protagonizaron los palios de la Hiniesta y la Amargura. La cofradía de San Julián fue muy aplaudida por su nuevo acompañamiento musical tras el paso de palio, el de la Banda Municipal de Mairena del Alcor. La Sociedad Filarmónica de Nuestra Señora del Carmen de Salteras, quien acompañó a la Hiniesta hasta el pasado año, se estrenó tras el palio de María Santísima de la Amargura, justo un día después del centenario de la marcha Amarguras, que sonó repetidas veces en los puntos más destacados del recorrido de la cofradía de San Juan de la Palma.

La familia Ariza al martillo de los dos pasos de la Hermandad de la Hiniesta, cuyas imágenes corresponden al escultor Antonio Castillo Lastrucci. Además del ya citado estreno musical, la Agrupación Musical de Santa María Magdalena de Arahal brilló con luz propia tras el Cristo de la Buena Muerte, sonando en la Campana: Rey de San Julián, Cristo de San Julián y Rocío del Cielo.

San Roque, la sexta en llegar a la carrera oficial, pedía su venia a las ocho y seis minutos, acumulado ya un retraso de veintitrés minutos. Ambos pasos a las órdenes de Carlos Villanueva, con la banda de cornetas y tambores Esencia tras el Nazareno de Antonio Illanes y de la Cruz Roja tras la Virgen de Gracia y Esperanza, obra de Fernández Andes en 1938. El palio, obra de las hermanas Martín Cruz, ha sido pasado a nuevo terciopelo, recuperando el verde original, siendo uno de los estrenos destacados de la jornada.

En el último tercio del Domingo de Ramos, la Hermandad de la Estrella, primera representación trianera en la carrera oficial, llegaba desde la calle San Jacinto con el izquierdo por delante. Los cuarenta hombres de Manuel Vizcaya mecieron con mucha clase al Cristo de las Penas, a sones de la banda de cornetas y tambores de la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas. El palio que Rodríguez Ojeda diseñara para la Macarena, y que fuese adquirido en 1910 por la cofradía de Triana, dio cobijo este año a María Santísima de la Estrella, siendo una decisión muy alabada por el público cofrade. Sones de la Oliva de Salteras tras el palio, sonando en la Campana las marchas:

Cuando la tarde caía sonaba el martillo y la voz de Manuel Villanueva en la delantera del paso de Jesús en el Desprecio de Herodes. El sonido de la marcha Silencio Blanco, interpretada por la banda de cornetas y tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana, se mezclaba con el del canto de los vencejos. La Amargura se ponía en la calle a los sones de su centenaria marcha, a las órdenes de Alejandro Ollero. A su paso por la Campana, la cofradía de San Juan de la Palma pidió la venia más de media hora más tarde de lo fijado, debido al retraso de la jornada.

De nuevo el Amor llegaba a la Plaza de la Campana, pero esta vez convertida en cofradía de negro ruan y esparto de piola. El Cruficifado de Juan de Mesa realizado en 1620 pasaba en silencio, sobre un monte de claveles rojos, a las órdenes de José María Rojas-Marcos. El broche a una jornada plena lo ponía la Virgen del Socorro, también obra de Mesa, a los sones de la banda de música de María Santísima de la Victoria.

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