El Ayuntamiento se opone a desecar la laguna del Parque Tamarguillo

Acuerda con el aeropuerto y la CHG buscar alternativas con expertos que eviten que las aves sean un peligro para los aviones

A. S. Ameneiro

08 de octubre 2016 - 05:03

Buenas noticias para la laguna y el humedal del Parque Tamarguillo, junto a la barriada de Alcosa. El director general de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Adolfo Fernández Palomares, expuso ayer de forma rotunda su oposición a la desecación de este lago que ha planteado la dirección del aeropuerto de Sevilla a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ante el riesgo para la seguridad aérea que suponen las numerosas aves (sobre todo gansos) que cada vez más atrae esta zona natural. En una reunión celebrada a tres partes, Fernández Palomares dejó claro que "en ningún caso" es partidario de desecar un lago natural y no lo ve como opción.

Según explicaron fuentes municipales de Medio Ambiente, las partes han acordado analizar conjuntamente el problema con profundidad y buscar otras soluciones alternativas con grupos ecologistas, catedráticos y expertos en ornitología. El departamento de Fernández Palomares recalca, como ya señaló en su día la asociación Movida Pro Parque Tamarguillo, que existen otras opciones que se han aplicado en otros enclaves naturales afectados por un problema similar.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la administración estatal que gestiona los asuntos de la cuenca, aclaró también a este periódico que, al estar situada en terreno urbano, la resolución a la petición del aeropuerto debía tomarse de forma conjunta con la autoridad municipal, es decir, con el Ayuntamiento. Y así se va a hacer.

La solución que tenga más consenso se podría aplicar una vez que obtenga el visto bueno de la Agencia estatal de Seguridad Aérea, a la que debe enviarse un informe en el que se justifique de qué manera mitigará la medida elegida el foco de riesgo que representa la laguna para los aviones que despegan y aterrizan en el aeropuerto de San Pablo. El aeropuerto también tendría que hacer un seguimiento para ver, en la práctica, hasta qué punto es realmente efectiva la solución elegida. De continuar la afluencia de aves al campo de vuelo, habría que buscar otra opción que garantice la seguridad operativa del aeropuerto.

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