La Hispalense sólo cubre la mitad de su oferta de másteres

Los datos provisionales de matriculación para este curso 2013-2014 en la Universidad de Sevilla no son nada halagüeños. Las expectativas más realistas apuntan a que la población estudiantil se situará en torno a los 54.100 alumnos (tanto de grado como de másteres), lo que supondrá una caída del 13% con respecto al pasado curso 2012-2013, en el que se matricularon 62.288 estudiantes.

Estos números, que no estarán cerrados definitivamente hasta finales de mes, fueron difundidos este unes con preocupación por el rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, durante su informe al Claustro en su primera sesión ordinaria desde que fuese elegido el pasado curso. Sin embargo, más que la caída general de las matriculaciones, el rector mostró especial inquietud por la incapacidad de la Hispalense de cubrir su oferta de másteres oficiales, algo que se viene observando desde la puesta en marcha del Plan Bolonia. Los datos provisionales del año académico que ahora comienza no dejan lugar a dudas: frente a las 3.716 plazas de másteres que oferta la Universidad de Sevilla sólo se han registrado hasta el momento 2.100 matriculaciones, lo que supone apenas un 56% del total. Es decir que el 44% de las plazas de másteres se quedan en blanco. Según la vicerrectora de Estudiantes de la Hispalense, Julia de la Fuente, la situación puede mejorar algo de aquí a finales de mes. Pero no lo hará mucho.

Según estos datos, y tal como reconoció el rector ante el Claustro, 16 de los 77 másteres que oferta la Hispalense no cumplen con el mínimo de 18 alumnos matriculados que la Junta de Andalucía exige para que se puedan impartir, cifra que se tiene que confirmar definitivamente en una próxima reunión de la administración autonómica con los responsables de posgrado de las universidades andaluzas.

Ramírez de Arellano fue claro a la hora de repartir responsabilidades entre la propia institución universitaria y la Junta de Andalucía. Empezó por su propia casa: "Corresponde a la Universidad hacer una autocrítica y generar programas de estudio que concilien la calidad académica y el interés de los estudiantes", dijo el rector, quien también abogó por crear "estructuras que estabilicen nuestra oferta y no nos dejen al albur del número de estudiantes que se tengan el 20 de octubre". Es decir, que Ramírez de Arellano hizo una apuesta clara ante el Claustro para que se revisen las titulaciones de posgrado que se ofertan. Esta idea también fue apoyada por la vicerrectora de Estudiantes, quien reconoció la necesidad de hacer "un análisis más profundo" para ver si la oferta "es la correcta" y si los másteres de la Hispalense "aumentan la posibilidad de encontrar trabajo a los alumnos o no".

Asimismo, Ramírez de Arellano fue muy duro con la Junta de Andalucía, a la que exigió "tasas más razonables" para los másteres de las universidades públicas de la comunidad autónoma. "La Junta debe implantar una igualdad de oportunidades efectiva. La carrera académica puede quedar reservada a las clases pudientes", dijo. Una vez más, Julia de la Fuente abundó en la idea del rector: "La Junta de Andalucía dice a boca llena que se han reducido los precios de los créditos. Es cierto que los másteres habilitantes (aquellos que facultan para ejercer una profesión determinada) se han abaratado, pero también lo es que el 90% de éstos másteres han pasado a ser no habilitantes, por lo que la primera y segunda matrícula se ha encarecido". En resumen, tanto el rector como De la Fuente denuncia un encarecimiento encubierto de los precios de los másteres, lo que sería otra de las causas para los malos datos de matriculación de este curso.

Las cifras de matriculación de los másteres son preocupantes, entre otras cosas, porque suponen una pérdida de ingresos considerable para la Hispalense en unos momentos en los que los recortes y los 190 millones de euros que le adeuda la Junta la tienen contra la espada y la pared económicamente hablando. "Esperábamos una mayor afluencia que no se está produciendo", admite la vicerrectora de Estudiantes, quien señaló que los recién graduados no se están matriculando "automáticamente" en un máster. Aún así, Julia de la Fuente mostró su esperanza en que, cuando se implanten los másteres habilitantes de las ingenierías superiores el próximo curso, los datos mejoren considerablemente, como ocurrió con el de abogacía o el de capacitación para la enseñanza media. "Estos másteres serán como el último curso de una ingeniería, todo el mundo los hará", afirmó.

Por otro lado, tanto el rector como De la Fuente quitaron hierro al dato de la bajada de matriculaciones en los alumnos de grado, circunstancia que relacionó con la extinción de las licenciaturas y el quinto curso en algunas titulaciones.