Sevilla

Investigan a un hombre por maltratar a su hija durante más de 15 años en Sevilla

  • La joven, que ahora tiene 24 años, denuncia que lleva sufriendo la violencia de su padre desde que tenía 8

  • La muerte de la madre hace una década agravó la situación

  • Ahora la víctima ha dado el paso de denunciar a su padre ante la Policía Nacional

La comisaría del distrito Nervión, donde se presentó la denuncia.

La comisaría del distrito Nervión, donde se presentó la denuncia. / José Ángel García

Un juzgado de Sevilla está investigando a un hombre por maltratar presuntamente a su hija durante más de quince años. La víctima, una joven que ahora tiene 24 años, lleva sufriendo esta violencia desde que tenía ocho, pero la situación se agravó a la muerte de la madre, hace diez años. La chica ha dado el paso de denunciar lo ocurrido ante la Policía Nacional hace unas semanas.

Los hechos habrían ocurrido de forma continuada en el tiempo en un domicilio de un barrio de la zona Este de Sevilla. En su denuncia, a la que ha tenido acceso este periódico, la mujer hace referencia a un episodio ocurrido cuando tenía ocho años de edad. El padre gritaba a la madre porque no había realizado las labores del hogar, que según él eran su obligación.

La madre sufrió malos tratos frecuentes, que le provocaron una depresión. Le diagnosticaron un trastorno bipolar y en uno de los brotes, el padre la abofeteó en presencia de la niña y otros familiares. Una vez muerta la madre, el investigado comenzó a dirigir toda esa violencia hacia su hija. 

La chica contó a la Policía que siempre ha tenido dificultad para estudiar porque el padre le exigía que su prioridad debía ser el mantenimiento de la casa. Desde que tenía 13 años, la niña se encargaba de hacer todas las compras diarias, de lavar la ropa y limpiar la vivienda. El hombre le decía que estudiara cuando tuviera tiempo. Como no tenía dinero para las compras, la chica era ayudada económicamente por varios familiares. 

A los 17 años, la joven empezó a trabajar y el padre le exigía que le entregara todo el dinero que ganaba. La chica así lo hacía, le daba su paga íntegra, por miedo y para evitar más discusiones. Cuando necesitaba algo, tenía que pedirle dinero a otros familiares porque el padre se lo negaba. Para costearse sus estudios dejó de entregarle una parte de la nómina al padre, lo que provocó nuevas broncas y amenazas.

Una noche llegó su padre de trabajar y le preguntó que dónde estaba la cena. La joven había cenado ya y así lo dijo a su progenitor, al que le instó a que se preparara algo para comer. Éste comenzó a comportarse de manera muy violenta y a gritarle, al tiempo que la agarraba del cuello. En otra de las discusiones, el hombre le lanzó un objeto de madera que se encontraba en la casa, aunque la chica pudo esquivarlo. 

En otro momento, la víctima se había quedado tomando un refresco con unas amigas en la calle cuando el padre la llamó por teléfono y comenzó a preguntarle que dónde estaba, a decirle que llevaba todo el día fuera, que no había hecho nada en la casa y que él había llegado de trabajar y no estaba la comida preparada. No contento con esto, se presentó donde estaba la joven con sus amigas y se la llevó a casa. 

En otro episodio, la llamó "golfa" e "hija de la gran puta" cuando vio que la pareja de la chica estaba en la vivienda. Se produjo una discusión entre el padre y el novio, y el primero se desmayó y cayó al suelo. Tuvo que ser atendido por una ambulancia. A raíz de eso, el hombre insistió en que su hija se fuera de su casa y se marchara a vivir con el novio. "La que se casa, casa quiere. Búscate un pisito con tu novio y te vas a vivir con él". 

La víctima le respondió que no se iba a marchar porque parte de esa casa también es suya, lo que hizo que el padre se pusiera muy agresivo. A la casa llegó un hermano del padre, que le dijo: "No te doy dos guantazos bien dados porque eres una mujer". El tío también la amenazó diciéndole que "se iba a enterar" si presentaba una denuncia, que iría su hijo menor de edad a buscarla, porque a él "no le pasaría nada".

Todo esto ha provocado una situación de ansiedad en la joven, que está padeciendo graves trastornos del sueño y lleva sin dormir varios días por el miedo que sufre. La investigación la está llevando la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional en Sevilla, que se encarga de todos los casos de malos tratos y violencia en el seno de la familia, y la coordina el juzgado de Instrucción 10 de la capital andaluza.

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