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La Unidad de Coordinación de Fracturas del Valme, un ejemplo mundial

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Integrantes de la Unidad de Coordinación de Fracturas. De izquierda a derecha: los traumatólogos Ricardo Mena-Bernal y Jorge Angulo, los médicos de atención primaria en el Área Sur de Sevilla Francisco Manuel Moreno y Rocío del Pino, la rehabilitadora Cayetana Sánchez, las reumatólogas Consuelo Ramos y Mª Luisa Velloso (coordinadora de la Unidad) y la internista Rocío Gómez.

El programa de atención integral a las personas que sufren fracturas óseas por fragilidad como consecuencia de la osteoporosis ha situado a la Unidad de Coordinación de Fracturas del Hospital de Valme en el mapa mundial dentro del selecto club de centros con las mejores prácticas dentro del programa Capture the Fracture de la Fundación Internacional de Osteoporosis, la mayor organización internacional no gubernamental dedicada a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la osteoporosis, en el cual están representados 57 países. Un reconocimiento que certifica la existencia de una estructura y de unas buenas prácticas clínicas en el Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla capaces de identificar a aquellas personas que han tenido una fractura osteoporótica y prevenir una nueva.

La gerente del Hospital de Valme, Rocío del Castillo, ha resaltado que, con esta certificación, el hospital crece en cuanto a "potencialidad, no sólo a efectos asistenciales sino también en forma de reto a nivel de organización y coordinación interveniveles por parte de los profesionales de primaria y hospital". La Fundación Internacional de Osteoporosis, la mayor organización internacional no gubernamental dedicada a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la osteoporosis, ha premiado a la Unidad Coordinadora de Fracturas del Valme por su atención integral a la prevención secundaria de fracturas, es decir, aquellas que suceden tras una primera fractura osteoporótica, como ha explicado la jefe del servicio de Reumatología del Valme, María Luisa Velloso. En concreto, se ha valorado la forma en que la unidad evalúa el riesgo de fractura, su sistema de confirmación diagnóstica, las medidas consiguientes de prevención secundaria y su control evolutivo.

Imagen radiológica de una fractura de cadera por fragilidad (de origen osteoporótico). / H. U. V.

La unidad se creó a inicios de este año y forma parte de aproximadamente una decena de servicios similares en toda Andalucía, contando la provincia de Sevilla, además, con dos unidades más de estas características, en el Hospital Virgen Macarena y el comarcal de Osuna, siendo, no obstante, la del Hospital de Valme la primera que tiene implícitas unas connotaciones especiales que aportan valor añadido como es el estar enclavada en una organización de área sanitaria, que no hospital, y pertenecer a su vez al área sanitaria más grande de Andalucía.

Cada día llega al menos un paciente nuevo con fractura de cadera por fragilidad, lo que supone un total de más de 300 pacientes al año que requieren de un tratamiento complejo y hospitalización, de los que un alto porcentaje volverá a presentar una fractura por fragilidad en los sucesivos meses, por su origen osteoporótico. El equipo que la conforma está formado por un grupo multidisciplinar, integrado por diferentes especialidades del Valme y médicos de Familia de Atención Primaria del área sur sevillana. Bajo la coordinación del servicio de Reumatología, con la doctora Velloso a los mandos, está integrada por la reumatóloga Consuelo Ramos, los traumatólogos Jorge Angulo (jefe de servicio) y Ricardo Mena-Bernal, la jefa del servicio de Medicina Física y Rehabilitación Cayetana Sánchez, la internista Rocío Gómez y los médicos de familia Rocío del Pino (directora del centro de salud Campo de las Beatas de Alcalá de Guadaira) y Francisco Manuel Moreno (del centro de salud de Arahal).

"Nuestro objetivo es la optimización del manejo diagnóstico y terapéutico protocolizado de los pacientes con fractura por fragilidad a través de un plan de actuación homogéneo que facilita el seguimiento y evita la duplicidad de consultas, pruebas y otras actuaciones con los consiguientes beneficios para nuestros pacientes, además de establecer un plan terapéutico individualizado a cada paciente que garantiza una mejor adherencia, y favorece la continuidad asistencial al estar coordinados con atención primaria", afirma la doctora Velloso.

La osteoporosis es la enfermedad metabólica ósea más frecuente, constituyendo una de las principales causas de enfermedad e incapacidad en la población mayor. Debilita y fragiliza los huesos, asociándose con la aparición de fracturas entre las que destacan las de cadera, mano, hombro y columna. Esta fragilidad aumenta en gran medida el riesgo de romperse un hueso incluso después de una caída o golpe menor. No presenta síntomas evidentes, por lo cual muchas personas no saben que tienen osteoporosis grave hasta que tienen la primera fractura; siendo muy dolorosas y provocando pérdida de movilidad, discapacidad y calidad de vida.

Evitar la aparición de nuevas fracturas

Los pacientes que presentan una fractura de cadera y acceden al hospital por el servicio de Urgencias son valorados por el equipo de Cirugía Ortopédica y Traumatología, que asume tanto el ingreso como el tratamiento quirúrgico pertinente en los días sucesivos y el inicio del estudio analítico de osteoporosis.

Durante el ingreso hospitalario, la facultativa de Medicina Interna identifica a los pacientes tributarios de dicha atención preventiva; mientras que los profesionales del servicio de Medicina Física y Rehabilitación informarán a los pacientes sobre medidas y recomendaciones para la prevención de caídas. Al alta, se iniciará el tratamiento farmacológico oportuno, constando así en el informe médico.

Consulta de Osteoporosis con la jefa del servicio de Reumatología y coordinadora de la unidad multidisciplinar de fracturas, Mª Luis Velloso, junto a la reumatóloga integrante del grupo de trabajo Consuelo Ramos valorando una fractura osteoporótica. / H. U. V.

Por lo que respecta al seguimiento ambulatorio posterior, se realizará una evaluación médica ambulatoria inicialmente telemática de todos los pacientes a través de las historias clínicas digitales, solicitando pruebas necesarias para completar el estudio (si procede añadir alguna tras el ingreso). Posteriormente serán valorados en la consulta hospitalaria específica de la Unidad de Coordinación de Fracturas de Reumatología.

Dicha consulta está instaurada con periodicidad quincenal o mensual (en función de la demanda clínica). En dicha consulta, se valora a cada paciente de forma individualizada, pruebas complementarias, adherencia al tratamiento farmacológico y, a continuación, se elaborará un plan de seguimiento, quedando reflejado y detallado en el informe médico, para poder continuarse el manejo multidisciplinar con el protagonismo a partir de este momento de su médico de Medicina Familiar y Comunitaria de Atención Primaria.

Precisamente, en el Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla disponen de un protocolo de manejo de la osteoporosis desarrollado en el seno de la Comisión del Proceso Musculoesquelético, coordinado por la reumatóloga Consuelo Ramos, que se actualiza de forma periódica.

Durante el seguimiento posterior a la valoración en la consulta hospitalaria de la Unidad de Coordinación de Fracturas, la comunicación entre los profesionales de Medicina de Familia y Reumatología es ágil y dinámica a través de la teleconsulta. A ello se suman las reuniones bimensuales de la Comisión de Musculoesquelético de este Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, en las que participan activamente los representantes de las distintas especialidades clínicas integrantes.

Por otro lado, las revisiones de la artroplastia o cirugía en cuestión tras la fractura de cadera por parte del servicio de Traumatología siguen la dinámica habitual con la derivación específica al servicio de Rehabilitación de los pacientes que lo precisen.

Por lo que respecta a la intervención que se desarrolla desde la consulta de Reumatología enmarcada en la Unidad de Coordinación de Fracturas, sus especialistas pautan medidas farmacológicas y no farmacológicas para evitar la aparición de nuevas fracturas, siendo ambas complementarias e imprescindibles, según apunta María Luisa Velloso. Además, contemplan indicaciones como por ejemplo una dieta equilibrada con aporte adecuado de calcio y vitamina D, caminar o evitar el consumo de tóxicos como tabaco y alcohol.

"La osteoporosis es la gran epidemia del S. XXI"

El incremento en las últimas décadas de la esperanza de vida lleva parejo el aumento del número de fracturas por fragilidad u osteoporóticas. Dicho escenario lo define el jefe de servicio de Traumatología del Hospital de Valme, Jorge Angulo, en pocas palabras: "la osteoporosis es una de las epidemias del Siglo XXI".

Y es que, como también apunta la jefa de servicio de Medicina Física y Rehabilitación, Cayetana Sánchez, "las fracturas por fragilidad ósea constituyen un problema de salud pública de suma importancia y prevalencia, especialmente en población de edad avanzada, suponiendo el aumento de la morbimortalidad y de la dependencia". Dicho escenario no sólo tiene un alto impacto en los pacientes que las sufren, sino también en su entorno, pudiendo desencadenar problemas de índole social al depender de cuidados específicos.

Los especialistas también parten del hecho probado de que padecer una fractura confiere un alto riesgo para presentar otras roturas sucesivas. Al respecto, la jefa de servicio de Reumatología, María Luisa Velloso, destaca que "los pacientes con una fractura osteoporótica tienen un 86% más de probabilidad de experimentar una segunda fractura durante el año siguiente". "Sóo en torno al 25% de los pacientes reciben un tratamiento apropiado para la osteoporosis, producto de la ausencia de un manejo protocolizado", añade.

Según apuntan los profesionales, si nos trasladamos a la situación nacional, y según los datos de las sociedades científicas, en España se producen anualmente alrededor de 300.000 fracturas por fragilidad, cuya causa principal es la osteoporosis. El futuro no es nada halagüeño. Los especialistas estiman que su incidencia aumentará un 30% en la presente década. A ello se suma que los pacientes que han sufrido este tipo de fracturas tienen un riesgo tres veces superior de sufrir otra en los dos años siguientes en comparación con los no fracturados. Una situación que los especialistas califican de "riesgo inminente de fractura".

La forma de enfrentar este riesgo, según la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF), es a través de una estrategia de prevención secundaria a nuevas lesiones óseas importantes. Para ello se precisa de la creación de Unidades de Coordinación de Fracturas como la que acba de ser recientemente acreditada internacionalmente en el hospital sevillano. El objetivo es conseguir un manejo terapéutico global y la evaluación holística del paciente para lograr la recuperación funcional y la prevención de nuevas fracturas, evitando la morbimortalidad asociada, aumentando la calidad de vida y disminuyendo el alto impacto socio-económico.

"Como potencialidad, la Unidad de Coordinación de Fracturas de nuestro centro une las especialidades hospitalarias con atención primaria y esto se traduce en una respuesta integral, al favorecer la continuidad asistencial, la calidad asistencial, al reducir desplazamientos en un área de población muy dispersa, e incide en eficacia y eficiencia asistenciales al no duplicar pruebas, citas o revisiones", indica la gerente del hospital, Rocío del Castillo. "Todo ello supone un esfuerzo profesional mayor que en las unidades creadas sobre una estructura hospitalaria únicamente; dado que tiene que engranar un dispositivo de mayor complejidad que precisa de la coordinación hospitalaria con una treintena de centros de atención primaria en la mayor área sanitaria de Andalucía", sentencia.

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