La 'botellona' se consolida las noches de los jueves en el casco histórico

La llegada del otoño ha traído de vuelta las grandes botellonas en distintos puntos del centro de la ciudad y la consolidación del jueves como gran día de movida por encima incluso de viernes y sábados. Así lo constatan las últimas intervenciones de la Policía Local de Sevilla, que la noche del pasado jueves al viernes se encontró con botellonas de tamaño considerable en al menos cinco zonas de la ciudad: la Plaza del Salvador, la Alfalfa, el Casino de la Exposición, el recinto ferial y la orilla del río Guadalquivir junto a las naves del Barranco. En el mismo fin de semana también se registró una botellona masiva en el Polígono de San Pablo, realizada por los jóvenes que esperaban la cola en el Palacio de los Deportes para entrar al concierto de El Canto del Loco, la noche del sábado.

Cientos de jóvenes se congregaron en estos lugares para consumir alcohol, una práctica que está prohibida por la ley andaluza 7/2006, conocida popularmente como ley antibotellón. La Policía Local disolvió las concentraciones de jóvenes, llegando incluso a sancionar a algunos de ellos como último recurso para que se marcharan. Los agentes municipales cerraron el turno con una treintena de denuncias por infringir esta normativa y cientos de botellas intervenidas. La conducta de consumir alcohol en la vía pública está castigada por la ley con 300 euros, si bien lo habitual es que los agentes sólo denuncien a aquellas personas que se resisten a entregar las botellas y a marcharse de la zona en la que están bebiendo.

Uno de los lugares a los que ha vuelto con fuerza el problema de la movida después de tres años relativamente controlado es la Plaza del Salvador. El pasado jueves había más de 700 personas, según los cálculos de la Policía Local, celebrando una botellona en este lugar. A este número hay que añadirle además el de los clientes de las bodegas de la plaza, que también suelen consumir sus bebidas en la vía pública, si bien es cierto que estos establecimientos respetan escrupulosamente los horarios de cierre.

Otro de los lugares escogidos para celebrar botellonas es la Alfalfa. Generalmente la movida se concentra en la calle Pérez Galdós, que une esta plaza con la zona trasera de la Encarnación. Es una zona especialmente frecuentada por estudiantes extranjeros. Desde que entró en vigor la ley antibotellón, la Policía ha tenido que intervenir en numerosas ocasiones en esta calle, donde también existen numerosos bares de copas que prohíben a sus clientes salir del local con sus consumiciones en la mano. En la calle Pérez Galdós había el pasado jueves entre 300 y 400 personas celebrando una botellona, lo que convertía la calle en intransitable, ya que se trata de una vía muy estrecha.

El mismo número de jóvenes, aproximadamente, se dieron cita en las inmediaciones del Casino de la Exposición, sobre todo a las puertas del pub Chile. En esta zona, el Ayuntamiento mantiene una cierta tolerancia sobre la botellona debido a que se trata de un lugar alejado de los bloques residenciales y la prioridad de la norma es garantizar el derecho al descanso de los vecinos.

La cuarta zona en la que la Policía se encontró con una botellona considerable fue el campo de la Feria, donde los agentes calcularon que había unas 400 personas. Esta zona ha sido un lugar tradicional de concentración de jóvenes bebiendo alcohol hasta que hace aproximadamente un año y medio un adolescente de 17 años murió atropellado por un coche en la avenida Carrero Blanco cuando huía de una pelea. A estos lugares hay que unir la calle Radio Sevilla, junto al Barranco, donde la Policía disolvió una botellona más pequeña que las anteriores, en la que tomaron parte entre 100 y 120 personas.