Tussam ha vivido en estas últimas tres semanas una de sus peores épocas desde que se fundara en los años setenta. Tres accidentes de tráfico y un incendio han puesto el foco de atención sobre la empresa de autobuses urbanos públicos.

Todo comenzó el pasado 23 de noviembre, cuando un fallo en los frenos de un autobús obligó a su conductor a maniobrar bruscamente para evitar una colisión con el vehículo de delante. Este giro estrelló el autobús contra un árbol y varios coches aparcados en la Avenida de Europa del barrio de Los Bermejales. Sólo hubo que lamentar heridos leves.

Diez días después, el 3 de diciembre en la Plaza del Duque, otro autobús chocó contra una farola de grandes dimensiones tras perder el conductor el control del vehículo. La farola cayó encima de un taxi que estaba esperando en el semáforo. Afortunadamente, no hubo heridos, a pesar de tratarse de una zona muy transitada del centro de Sevilla.

Esa misma semana y en ese mismo lugar, pero el día 7, se produjo el más llamativo y grave de los incidentes que ha tenido Tussam en estas últimas semanas. Un microbús se empotró contra una tienda de ropa e hirió a diez personas, dos de ellas de gravedad. Un fallo mecánico pareció ser el causante de este apatoso accidente que marcó la actualidad en la ciudad durante la pasada festividad de la Inmaculada.

Por último, cierra este póquer de incidentes de Tussam el incendio de un autobús en la Ronda del Tamarguillo el 10 de diciembre. El fuego se produjo en el hueco del motor del vehículo y aún se desconocen las causas. La incidencia no provocó heridos ni afección entre los pasajeros y viandantes.