Los empresarios del polígono Navisa están desesperados ante la botellona y el vandalismo

Los propietarios del polígono industrial Navisa se encuentran indignados ante la "difícil situación" que afrontan debido a la suciedad y el vandalismo. Desde hace años, la botellona es uno de los problemas que sufren en este importante centro económico y de empleo de la ciudad, según aseguró la Asociación de Parques Empresariales de Sevilla en una nota de prensa.

"Estos problemas han seguido en aumento y afectan a multitud de zonas, siendo las calles Herramientas, Don Juan en los Ruedos y Nana de Espinas las más afectadas". Los empresarios de los negocios de esta zona se ven obligados a comenzar su jornada media hora antes para limpiar la entrada a sus negocios, dado que sin esta limpieza sería imposible aparcar vehículos ni acceder a los negocios. "Contra la multitud de pintadas poco pueden hacer", asegura el presidente de la comunidad de propietarios del recinto, Manuel Martín.

Los empresarios avisan de que esta situación, que se alarga ya más de dos años, está dañando considerablemente la imagen de sus empresas y esta provocando una devaluación de la zona. Desde la comunidad de propietarios aseguran que si no se pone freno a esta situación, se corre el riesgo de que muchas empresas abandonen el polígono.

Los esfuerzos de la comunidad por mantener una imagen adecuada para un centro empresarial "se ven empañados por pintadas, destrozos y suciedad en nuestras calles". A pesar de los contactos mantenidos con la Policía Local y los servicios de emergencias en estos años, los propietarios "no han detectado avance alguno", por lo que piden al Ayuntamiento que actúe de manera inmediata y firme para solucionar un problema que supone un enorme gasto para ellos como empresarios.

Otra cuestión que afecta bastante a la zona es la prostitución callejera que hay en este entorno, entre la carretera de Su Eminencia y los polígonos colindantes. Es habitual la presencia de mujeres que ofrecen sus servicios sexuales en estas calles en cuanto cae la noche, algo que también ocurre en otros recintos industriales de la ciudad, como es el caso del polígono Carretera Amarilla.