Sevilla cumple con la tradición de la Lobera
La Catedral celebra los actos del Día de San Clemente con la procesión de la espada y la misa en la que ha participado la corporación municipal bajo mazas
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Un rito que se vive con fervor año tras año. Sevilla ha celebrado este lunes con la solemnidad acostumbrada el aniversario de la conquista de la ciudad por las tropas castellanas. Se han cumplido 777 años de la vuelta de la ciudad a Europa y la cultura occidental. Una celebración que este año se ha contado con varias novedades. La principal es que no se ha abierto, como es costumbre, la urna con el cuerpo incorrupto del Santo Rey al estar la Capilla Real en obras. Tampoco ha habido soldados del Arma de Ingenieros para honrar al que es su patrón por este motivo. La segunda ha sido que al caer el día de San Clemente en domingo, el Cabildo ha decidido celebrar los fastos un día más tarde.
Para entender lo vivido este lunes en la Catedral de Sevilla hay que hacer un poco de historia. El 23 de noviembre uno de los días más señalados en Sevilla. En el año 1248 se llevaba a cabo la toma de la ciudad por las tropas castellanas comandadas por Fernando III el Santo. Una fecha que el monarca eligió al ser la del nacimiento de su hijo y futuro rey Alfonso X El Sabio.
Se trata de una escena que se repite desde 1255, cuando Alfonso X ordenó que cada 23 de noviembre, festividad de San Clemente y aniversario de su nacimiento, se conmemora la toma de Sevilla con una solemne procesión catedralicia, llamada de la "Espada", en la que el rey, o su representante, actualmente el alcalde de la ciudad, portase la espada Lobera y el veinticuatro más joven del concejo o ayuntamiento llevase el estandarte de San Fernando, acompañados todos por los dos cabildos, el municipal y el eclesiástico, hasta la sepultura de su padre.
Así lo recordaba en las páginas de este periódico el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla Manuel García Fernández, una de las pocas voces en la ciudad y reivindica una y otra vez la figura de San Fernando y su tremenda actualidad. Como explicaba el profesor la procesión discurría en sus inicios por las gradas altas de la Catedral de Sevilla. El mismo Alfonso X enarboló la espada paterna con orgullo por la antigua catedral mudéjar, el 23 de noviembre de 1260: "Sin duda, por todo ello, la espada Lobera gozaría de determinados elementos hieráticos y otros poderes taumaturgos que los sevillanos reconocieron e incluso identificaron, desde la muerte en Sevilla de Fernando III el 30 de mayo de 1252 en loor de santidad popular, como extraordinarios y sagrados por estar éstos de alguna forma asociados a las virtudes morales, religiosas y políticas de un monarca ejemplar que quiso ser enterrado en Sevilla. Un Rey Santo que había devuelto la ciudad a la civilización cristiana y occidental sin desdeñar la herencia patrimonial andalusí de su antiguo reino territorialmente restaurado".
En recuerdo de este hecho histórico, como cada año, la ciudad ha vuelto a rendir honores al Santo Rey con el rezo de Laudes, la Procesión de la Espada y la eucaristía de acción de gracias. En esta ocasión, las obra de la Capilla Real han condicionado la celebración. Tras el precioso y solemnísimo rezo de Laudes, el canónigo Antero Pascual ha recogido la reliquia de San Clemente, situada en el presbiterio de la capilla mayor, u se ha formado la comitiva que se ha dirigido hacia el altar de trascoro. Allí estaban la Lobera y el pendón de San Fernando. Además de la Virgen de los Reyes, entronizada en su paso de tumbilla.
El canónigo Francisco Ortiz ha sido el encargado de pronunciar la fórmula para entregar la espado Lobera, la que portaba Fernando III durante la toma de la ciudad, al alcalde José Luis Sanz; y el pendón a Blanca Gastalver, la edil más joven: "¿Vuestra excelencia hace pleito homenaje de recibir la espada y el pendón con los que el santo rey Fernando III de Castilla conquistó esta ciudad en 1248 y concluida la procesión, misa y sermón, devolverlos a esta real capilla, sin lesión alguna, sujetándose a las penas que imponen las leyes de Castilla a los caballeros que hacen pleito homenaje y faltan a su palabra?".
Aceptado el pleito homenaje por el alcalde se ha formado la comitiva que ha recorrido las últimas naves del Templo Metropolitano y en la que ha participado, además de los cabildos civil y eclesiástico, la Casa de Castilla y León, el cabildo de Alfonso X el Sabio y la Orden de San Clemente.
Ante la mirada del público de todos los años, y con un frío por momentos helador, la procesión ha retornado al altar mayor donde el alcalde ha cumplido el pleito homenaje y ha devuelto la Lobera. Los actos han finalizado con la misa ante el mayor altar de la cristiandad para conmemorar este hecho histórico.
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