Kike Salas se hace un sólido central y Lukébakio se aplica atrás

El moronense confirma su línea ascendente con un partidazo y el belga se muestra más implicado en el grupo que nunca

La crónica del Real Sociedad-Sevilla: Europa gira el foco a Europa con su rosca (0-1)

Kike Salas ha tocado con la coronilla el balón lo suficiente para evitar el remate de Aguerd.
Kike Salas ha tocado con la coronilla el balón lo suficiente para evitar el remate de Aguerd. / Javier Etxezarreta (Efe)

Era un partido bisagra, de los que marcan un rumbo u otro hasta el final de la temporada, y el Sevilla aprovechó la ocasión de coger a una Real Sociedad con la mente puesta en la eliminatoria de octavos de final de la Europa League ante el Manchester United, cuya vuelta en Old Trafford acometerá el próximo jueves. Y el grupo de rojo dio la cara y se aplicó en defensa muy bien después del golazo de Ejuke al arranque de la segunda parte. El nigeriano es vertical y mira puerta.

Kike Salas | Un partidazo para consagrar su gran momento

El defensa moronense ya venía encadenando partidos notables en su posición predilecta, central en el perfil izquierdo, pero dio un paso más en el Reale Arena con una actuación casi perfecta en la anticipación por abajo, en la ayuda a Pedrosa cuando el equipo txuri urdin creaba superioridad por ese costado y por supuesto, en su fortaleza por arriba. Y ahí, en el juego aéreo, resultó fundamental que Kike Salas emergiera en esa postrera falta que Kubo botó desde la derecha con un efecto cerrado y envenenado. Aguerd se disponía a cabecear, pero afloró la providencial coronilla del canterano (foto).

Lukébakio | No sacó ese cañón de su zurda, pero trabajó muchísimo y habilitó a Isaac

El finísimo extremo belga volvió a cuajar un buen partido, pero esta vez ofreciendo unas virtudes distintas a las habituales. Si suele ser un atacante individualista que se fabrica por sí mismo las ocasiones y que se gana el derecho a acabarlas, en San Sebastián se destapó con un sentido más colectivo del juego, echando a menudo una mano a José Ángel Carmona en tareas defensivas y asegurando la salida del balón desde muy atrás para desahogar al grupo. Así gestó el contragolpe en el que habilitó a Isaac Romero, que se topó con las yemas de los dedos del portero Marrero.

Pedrosa | Su mejor partido defensivo como sevillista

Adrià Pedrosa fue el único sevillista que se asomó de verdad al área de la Real en la primera parte con un gran centro al área que cortó Zubeldia y el tiro en el que Isaac falló luego con su tiro muy alto. Pero además, el lateral catalán elevó sus prestaciones al destaparse como un buen defensor ante Becker, Oyarzabal, Traoré o Kubo, que fueron los que trataron de buscarle las cosquillas en su costado siniestro.

Saúl | Emergió tras una primera parte fantasmagórica

En la primera parte, el centrocampista ilicitano prosiguió en su línea de querer estar en muchos sitios y no estar casi en ninguno. El Sevilla volvió a echar de menos su teórica capacidad para armar el juego y unir las líneas, pero con su recuperación y su balón abierto a Ejuke en la primera jugada de la segunda parte, el partido cambió y se armó de confianza para hacerse más presente en el medio y atrás.

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