Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
La sesión de entrenamiento de ayer, frente al golpetazo de los tres nuevos lesionados de una tacada -Januzaj, Rubén Vargas y Suazo-, ofreció la buena nueva de la incorporación al grupo de Azpilicueta. Matías Almeyda ya declaró el 12 de noviembre, durante el parón, que era optimista con el regreso de los dos veteranos de la plantilla para el derbi. Y si Alexis ya reapareció en Cornellá, el domingo debe hacerlo Azpilicueta.
El defensor navarro está llamado a darle coherencia y prestancia a una defensa que está muy cogida con alfileres y que, como en Cornellá se evidenció de nuevo, concede más de lo que la aprieta el rival. Con Azpilicueta en el campo, el Sevilla se ha mantenido mucho más firme que sin él. Ingresó por primera vez en el once titular el día del Elche, como uno de los tres centrales en el estreno de este dibujo, y el Sevilla empató y mereció ganar (2-2). Y con él, ya fuera en ese esquema o con línea de cuatro, sólo se produjo la derrota frente al Villarreal (1-2), frente a las victorias sobre Alavés (1-2), Rayo (0-1) y Barcelona (4-1).
Fue titular frente al Mallorca, pero se lesionó en el aductor a los tres minutos y el equipo perdió (1-3). Y también fue titular con el Atlético, y el Sevilla se mantuvo en el partido y llegó vivo al descanso (0-0). No salió en la segunda parte y se le cayó el castillo de naipes a Almeyda (3-0). Desde aquella primera parte en el Metropolitano está ausente por su segunda lesión, en el sóleo.
El navarro le da empaque a la zaga y oficio al equipo y, como puede jugar en varias posiciones, también abre el abanico de posibilidades ante las muchas dudas que hay por las bajas para el derbi.
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