El increíble monasterio a 20 minutos de Sevilla que pasa desapercibido por el lugar en el que está

A 20 minutos de la capital sevillana, en el municipio de Santiponce, se erige un edificio el Monasterio de San Isidoro del Campo, una construcción de comienzos del siglo XIV que pasa desapercibida por emplazarse justo enfrente del yacimiento arqueológico de Itálica, de gran valor histórico y patrimonial.

El Monasterio de San Isidoro del Campo se fundó en el año 1301 de la mano de Alonso Pérez de Guzmán y María Alonso Coronel donde, según la tradición, estaría enterrado el eclesiástico católico San Isidoro del Campo, en un lugar próximo a las ruinas de Itálica. Desde entonces el edificio ha estado bajo la administración espiritual y temporal de diferentes órdenes religiosas, cistercienses, ermitaños jerónimos y la Orden de San Jerónimo, que han dejado su huella tanto en la construcción como en la propia decoración.

En el año 1432 los ermitaños jerónimos de fray Lope de Olmedo llevaron a cabo una profunda reforma en el monasterio que se reflejó en el concepto de vida monacal y sustancialmente en la decoración. Unos años más tarde, a mediados del siglo XVI, surge un foco religioso de carácter reformista en Sevilla en el que participaron los frailes de este monasterio. Esta situación trajo consigo el encarcelamiento de varios monjes y la huida de otros fuera de España.

El monasterio cuenta con dos iglesias y en él se yuxtaponen el estilo gótico con claras influencias del languedoc y el mudéjar, en el que es visible la tradición almohade. Se decoró con pinturas murales que conforman, posiblemente, uno de los conjuntos más notables de toda España.

Con el paso de los años la construcción fue ampliándose y enriqueciéndose, de forma que se levantaron en él una torre, una espadaña, cinco claustros y, junto a las dependencias monacales, la procuraduría, la hospedería y las instalaciones agropecuarias propias de estas instituciones, ya que pretendían ser autosuficientes. En torno al Claustro de los Muertos se articulan las dependencias del núcleo medieval: iglesias, refectorio, sacristía, sala capitular, etc. Durante el Barroco se le incluirían retablos, dos de ellos de Martínez Montañés.

Visitas al monasterio

En la actualidad es posible visitar el monasterio de martes a domingo y festivos, de 10:00 a 15:00 horas, hasta el 31 de agosto. A partir del 1 de septiembre y hasta el 31 de diciembre se puede visitar los martes, miércoles y jueves, en horario de 10:00 a 15:00 horas, y los viernes y sábado, de 10:00 a 19:00 horas. Los domingos y festivos el horario es de 10:00 a 14:30 horas.

La duración de la visita es de 45 minutos, aproximadamente, y no hay posibilidad de hacerla de manera guiada. La entrada es libre hasta completar aforo.