En 1973, el genial guitarrista algecireño Paco de Lucía compuso un clásico del flamenco: Entre dos aguas. Esta rumba ilustra perfectamente el Camino del Estrecho, la ruta jacobea que conecta Algeciras con Puerto Real en seis etapas. El recorrido une las aguas del Mediterráneo con las del Atlántico a través de un bellísimo recorrido.
Sus 146,9 kilómetros avanzan por las comarcas gaditanas del Campo de Gibraltar y La Janda. Entre las bahías de Algeciras y la de Cádiz, nos aguarda una amplia variedad paisajística que va de entornos costeros a montaña baja o extensas llanuras. Iremos por la misma orilla del mar, sobre acantilados, entre sotos de pinares, humedales y lagunas desecadas. La riqueza vegetal y faunística es de gran riqueza en casi todo el trazado.
No sólo disfrutaremos de naturaleza. El Camino del Estrecho hace escala en varias localidades de gran encanto con un patrimonio cultural de interés: las murallas y el casco antiguo de Tarifa, la fortaleza sobre Medina Sidonia o las ruinas romanas de Baelo Claudia junto a la Playa de Bolonia son algunos ejemplos.
El Camino del Estrecho tiene el honor de ser el recorrido jacobeo más meridional de la Península Ibérica con dos de sus etapas ofreciendo unas panorámicas increíbles de costa africana. Una vez alcanzada la meta, conecta con la Vía Augusta, Camino de Santiago que arranca en Cádiz y busca la Vía de la Plata por Sevilla.
Antes de Bolonia, seguiremos el trazado de un GR (marcas blancas y rojas)
La señalización es correcta en su mayor parte, sin resultar excesiva. Puede que haya algunos tramos sin indicaciones pero en ellos es sencillo orientarse (pasará con frecuencia en las zonas costeras). El Camino del Estrecho aprovecha la señalización de otros senderos, como los Corredores del Mediterráneo y del Atlántico o el Corredor Verde de las Dos Bahías.
A continuación, describimos cada una de las seis etapas de esta interesante ruta, con galerías, tracks descargables y detalles de sus trazados:
1. Algeciras - Tarifa
La cala junto a la desembocadura del Río Guadalmesí
La primera etapa de este Camino del Estrecho es la más dura y larga de todo el recorrido, pero también es la más variada. Su longitud supera los 33 kilómetros, pero puede dividirse en dos con parada en El Pelayo. El largo tramo urbano por Algeciras da paso al Parque Natural del Estrecho a través de una antigua carretera militar. Con un perfil bastante ondulado, sube a Las Pantallas para ofrecer una panorámica imponente de la bahía algecireña con el Peñón de Gibraltar al fondo. El recorrido baja poco a poco a la costa, siempre con las vistas del Estrecho y África al otro lado. La Torre de Guadalmesí, guardiana del río que desemboca a su lado, da acceso a un sendero que va a pocos metros del filo de un acantilado de baja altura. Así se llega a Tarifa, localidad muy animada con un casco histórico precioso y unas impresionantes playas.
2. Tarifa - El Lentiscal (Playa de Bolonia)
Playa de Valdevaqueros, con la duna al fondo.
El 70% de esta etapa va en todo momento siguiendo la costa, hasta el punto de ir en varios tramos por la misma orilla. Primero la Playa de los Lances, luego Valdevaqueros y su espectacular duna. Sin duda, esta jornada es la más bonita de este Camino del Estrecho. Un extenso y denso pinar protagoniza el tercio final antes de entrar en la Ensenada de Bolonia. La población de El Lentiscal es la meta. Si no las conocemos, es obligatorio visitar las ruinas romanas de Baelo Claudia.
3. El Lentiscal - Tahivilla
Un aerogenerador con la Sierra de la Plata detrás.
El Camino del Estrecho se despide de la costa... de momento. Las señales conducen al interior a través de la Sierra de la Plata. Conforme subamos tendremos ocasión de admirar la Ensenada de Bolonia, con su blanca arena y la variedad de matices azules del mar que la baña. El paisaje cambia de forma radical: los parajes costeros dan paso a uno de baja montaña con una vegetación radicalmente distinta. Al superar el Cerro de la Rosa Grande, comienza un pronunciado descenso que conduce a las amplias llanuras entre Facinas y Tahivilla. Los parques eólicos serán ahora nuestro compañeros de caminata.
4. Tahivilla - Benalup-Casas Viejas
Caminaremos seis kilómetros por esta recta
En esta etapa dejamos atrás el Campo de Gibraltar. Superado el parque eólico junto a Tahivilla, accedemos a los terrenos de una antigua laguna desecada que da nombre a esta comarca gaditana: La Janda. El solitario trazado se adentra en campos de cultivo surcados por largos canales de riego mientras deja a la izquierda la Sierra del Retín. Tendremos que sufrir aquí el tramo más desquiciante de todo este Camino del Estrecho: una monótona recta de más de seis largos kilómetros que nos obligará a perdernos en nuestros pensamientos. Eso sí, andamos por una zona de una gran riqueza ornitológica. Benalup-Casas Viejas nos recibe con una empinada cuesta, pero el esfuerzo merecerá la pena. Esta localidad cuenta con una panorámicas inmejorables de Los Alcornocales y de los Embalses de Barbate y del Cemelín.
5. Benalup-Casas Viejas - Medina Sidonia
El Castillo de Medina Sidonia domina la localidad y nos muestra una gran panorámica del entorno.
Recorrido sin excesivas complicaciones y con muchos servicios intermedios, en tanto que transita en su primera mitad por las poblaciones de San José de Malcocinado y Los Badalejos. Ya vamos siguiendo el trazado del Corredor Verde de las Dos Bahías. Puede que ésta sea la etapa con menos atractivo de las seis, pero alberga algunos puntos de interés como los dos puentes romanos junto a los que pasaremos o la famosa finca La Cantora. Por supuesto, su final es una maravilla, pues Medina Sidonia tiene bastante historia. La visita al castillo que corona la localidad es muy recomendable. Desde su privilegiada altura se puede divisar la costa al suroeste o los alcornocales al este.
6. Medina Sidonia - Puerto Real
Los sotos de pinares van imponiéndose poco a poco.
El Camino del Estrecho concluye con otra etapa larga que vuelve a acusar un cambio de paisaje conforme vamos caminando. La zona ondulada próxima a Medina Sidonia va dando paso a un paraje más adehesado. Tras la antigua cantera de Casas de Berrueco, el pino comienza a ir ganando terreno hasta que nos veamos rodeados por ellos. Las barriadas de Meadero de la Reina y Jarana nos dan la bienvenida a la Bahía de Cádiz. Un poco más adelante, ya en Puerto Real, volvemos a reencontrarnos con el mar y poner así punto final a este bello recorrido que conecta el Mediterráneo con el Atlántico.
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