SEÍSMO
Andalucía activa la fase de preemergencia tras el terremoto sentido en Sevilla

Balance del curso político: Juanma Moreno sólo tiene una vía de agua a la que el PSOE no logra sacar rédito

La llegada de María Jesús Montero supuso un revulsivo que se diluyó con los escándalos en el PSOE

El Gobierno andaluz da un giro económico a su gestión mientras siguen los problemas en sanidad

María Márquez: "Cuando yo tenía 3 años, Juanma Moreno daba ruedas de prensa defendiendo a Fraga"

Juanma Moreno junto a la consejera de Salud, Rocío Hernández, en los patios del Parlamento. / Rocío Ruz/E.P.

El curso político en Andalucía se cierra este lunes con la celebración del último Consejo de Gobierno antes de las vacaciones de agosto. Con el Parlamento ya vacío y los líderes políticos de la oposición camino de sus días de descanso, el panorama andaluz se mantiene más o menos como hace un año. Pero han pasado muchas cosas porque se cumple precisamente ese plazo desde que Moreno cambiase el Ejecutivo y medio año de la llegada a Andalucía como lideresa plenipotenciaria del PSOE de María Jesús Montero.

Las encuestas publicadas y las que no coinciden en los datos: Juanma Moreno apenas sufre desgaste después de siete años al frente de la Junta de Andalucía, tres de ellos gobernando con mayoría absoluta, mientras que el PSOE andaluz sigue sin coger el pulso no sólo al Gobierno sino a la sociedad andaluza.

Y eso a pesar de que uno de los principales servicios públicos, la sanidad, está en malas condiciones: la Atención Primaria sigue sin funcionar y lograr cita para el médico es una tarea titánica. Eso además de que acceder a un especialista sigue siendo inaccesible para la mayoría de los andaluces. Los datos oficiales afirman que la lista de espera se está reduciendo pero sigue siendo tan elevada que el alivio apenas se nota.

El descontento ciudadano es enorme y el nombramiento de una experta en Atención Primaria, como lo es la consejera de Salud, Rocío Hernández, no ha logrado los resultados deseados. Tanto es así que el propio Moreno le dijo a unas madres que clamaban por los cuidados paliativos pediátricos que si su problema no se había resuelto antes de fin de año, habría nueva consejera de salud.

¿El problema político es de empatía?, ¿de cercanía con la sociedad? Es posible. Porque una de las claves es que a esas madres no las habían recibido tras año y medio de reclamaciones. Lo que sucede es que tampoco el PSOE encuentra la fórmula para atacar esta vía de agua del Gobierno andaluz.

El nombramiento de María Jesús Montero como líder del PSOE andaluz y candidata a la Junta estaba pensado como un revulsivo. Logró unir a su partido, una tarea nada fácil, pero no han conseguido apoyo ciudadano. El Ministerio de Hacienda es una losa demasiado pesada para un candidato amable y que quiera atender a los ciudadanos. Es difícil hacer promesas cuando precisamente ella tiene en su mano la llave de la caja para resolverlas. Los socialistas defienden que es la mujer con más poder institucional de España, pero eso también supone el pago de un peaje.

El informe de la UCO sobre Santos Cerdán, un hombre clave junto a Montero en la dirección interna del PSOE federal, (ella sigue siendo la número dos orgánica de Pedro Sánchez) ha causado todavía más daño reputacional a la ministra. Por más que no esté afectada directamente, los audios de Koldo y Ábalos sobre las mujeres y la presunta trama corrupta de los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, son unos elementos muy difíciles de superar.

La secretaria general del PSOE de Andalucía, María Jesús Montero. / Miguel Ángel Junquera/E.P.

El cupo catalán

A esto se suma el acuerdo para la financiación singular de Cataluña. El Gobierno autonómico (este y todos los que lo han precedido) sabe que este asunto importa a los andaluces, que sienten profundamente el discurso del agravio. Montero ha tratado de no aparecer en las fotos de esos acuerdos, pero es la ministra de Hacienda. Los diferentes portavoces de la Junta, con la consejera de Hacienda a la cabeza, no tienen más que recuperar los argumentos que la propia María Jesús Montero defendía cuando estaba en el Gobierno andaluz.

La prórroga que le ha concedido Salvador Illa, quien esta misma semana ha dicho que hasta 2028 la Generalitat no recaudará el IRPF que se devenga en Cataluña, es oro molido para Montero.

Mientras tanto, el Gobierno andaluz ha dado un giro económico a su gestión. La captación de inversión y la atracción de nuevas empresas se ha convertido en el principal objetivo de Juanma Moreno, una tarea que lleva personalmente. Es cierto que el Ejecutivo ha ganado peso político repartiendo las tareas entre Antonio Sanz, quien coordina al Gobierno y está al frente de las emergencias, y Carolina España que gestiona los dineros y hace el seguimiento a María Jesús Montero.

La cercanía de las urnas (¿marzo?, ¿abril?) tensionará más el panorama político andaluz. Hay quien defiende que Moreno convocará lo antes posible para evitar que Vox siga subiendo y le reste votos pero está por ver que eso suceda realmente en Andalucía. A la izquierda del PSOE, la desunión parece que no tiene solución a pesar de los múltiples intentos que algunos líderes, como Antonio Maíllo, llevan adelante con toda la fuerza que pueden.

El desplome del PSOE en las encuestas, que también habrá que ver cómo se traduce luego en votos reales, parece que da a las a una hipotética coalición de IU, Podemos y Sumar, además de fuerzas políticas nacionalistas como Adelante Andalucía. El problema aquí es que están demasiado condicionados por las estrategias nacionales. Y Andalucía, en esto sí, es independiente.

3 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último