Baloncesto | LEB Oro

Sexta jornada y un Betis Baloncesto muy obligado ya

Javi Carrasco hace un gesto durante un entrenamiento de esta semana.

Javi Carrasco hace un gesto durante un entrenamiento de esta semana. / Betis Baloncesto

Sexta jornada de la LEB Oro del baloncesto español y la cruda realidad indica que el Betis Baloncesto camina con un triunfo y cuatro derrotas en su casillero clasificatorio. Esta vez le toca rendir visita a un histórico, un club con más pedigrí incluso en la máxima categoría y que ahora responde por UEMC Real Valladolid Baloncesto (17:00). Pero, ojo, allí jugaron nada más y nada menos que Arvydas Sabonis y Oscar Schmidt Bezerra cuando su denominación era Fórum Filatélico.

Son cuestiones del pasado que conviene recordar de vez en cuando para ser conscientes de lo que puede durar una travesía por el desierto de la LEB Oro. Lo cierto es que el Betis Baloncesto, de la mano del Conglomerado mexicano XOY, pretende que no se prolongue esta situación mucho en el tiempo, pero la realidad es que, de momento, una victoria y cuatro sinsabores y, sobre todo, el hecho de jugar con un solo pívot puro en la plantilla, porque el resto son sucedáneos, aleros altos con escasas ganas de pegarse por dentro para rebotear.

La pieza clave

En las mismas circunstancias llega también el Betis Baloncesto a esta cita contra un Valladolid que camina con dos triunfos y tres derrotas hasta el momento y acumula dos partidos perdidos de forma consecutiva. Son las mismas porque todo volverá a depender, una vez más, de que Ismael Romero no se cargue con dos faltas personales demasiado pronto para que haya que preservarlo más tiempo del necesario en el banquillo.

El pívot nacido en Cuba y con pasaporte dominicano se ha convertido en la pieza clave de este Betis Baloncesto y su presencia, o ausencia, en la cancha tiene una trascendencia excesiva. ¿La razón? Bien fácil, que no hay otro que puede desempeñarse de una manera similar y cada vez es más complicado entender por qué la propiedad del club hizo tan rápido el cambio de Jordan Barnes por Krutwig. Ni el base es un elemento clave tanto en la dirección como en la defensa ni ha llegado ningún sustituto para el pívot, así que mucho sentido no tiene la medida tomada tras la derrota contra el Movistar Estudiantes.

Otra cosa, por supuesto, hubiera sido que llegara un pívot en ese paquete de fichajes compuesto por el propio Barnes, Eddy Polanco y el checo Ondrej Hanzlík, además de la nueva incorporación, ya con su pasaporte español, del uruguayo Joaquín Rodríguez. A la espera de ese pívot, que habrá que ver si es un cuatro o un cinco, Ismael Romero volverá a cargar con la responsabilidad. Por ahora, promedia 15,4 puntos, 7,8 rebotes y 16,6 créditos de valoración. Esos números no están nada mal, el problema es que lo ayudan, por decir algo, Adriá Doménech, Kuksiks y hasta Dedovic, con muchos minutos también ahí. Ahí está la debilidad.

En las filas pucelanas, con la misma equipación ahora que el equipo de fútbol, el peso anotador recae sobre las espaldas del base Mike Torres, un viejo conocido del Betis Baloncesto que salió del club después de tener algunos buenos momentos en las filas verdiblancas. En la presente campaña promedia 15,8 puntos en sus 23,33 minutos por partido. A eso le añade 3 rebotes y 3 asistencias y 17,6 de valoración.

El otro jugador importante en ataque en el equipo de Paco García es el escolta norteamericano Devin Schmidt, que ha llegado este año desde el recién ascendido Palencia. 15,6 puntos aporta también y una valoración de 12,4. Por dentro, destaca la altura de N’Guessan, con sus 2,13, pero el pívot de Países Bajos tiene una participación muy residual en el ataque. Al menos, hasta ahora. Otro nombre conocido es Romaric, un alero de 2,02 que en su día quisiera contratar el Betis Baloncesto cuando salió de la cantera del Unicaja. Y también será peligroso el eterno Sergio de la Fuente, que suma 10,2 puntos por partido y 5,6 rebotes.

Son los inconvenientes a superar por el equipo de Javi Carrasco. Todo lo que no sea eso, ganar, puede abrir una crisis grande, incluso para el propio técnico.

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