Coherente y sin estridencias. Ambicioso, pero sin marcarse metas de antemano. Así se mostró Eduardo Maciá en su primer discurso como director deportivo del Betis, en el que colocó la estabilidad como la base desde la que desarrollar un proyecto que lleve al club verdiblanco a alcanzar unos resultados acordes a su dimensión social. "Va a ser una gran responsabilidad no sólo del área deportiva, sino también del consejo, la de igualar lo deportivo a lo social", explicó. 

La puesta en escena correspondió a la de un hombre que maneja los tiempos del fútbol. Con el trabajo en equipo como modus operandi, Maciá se mostró convencido de que maximizará el rendimiento del equipo dentro de su capacidad económica, aunque también dejó abierta la posibilidad a errores, a la vez que señaló que el crecimiento debe mantenerse en el tiempo. "No queremos un club efervescente", explicó el valenciano, que también dejó clara su sintonía con Pepe Mel. 

Maciá firmó por cuatro temporadas, que representarán diversas etapas del club. La primera, una vez que se alcance el ascenso, será consolidarse en Primera. "Cuanto más fuertes sean los cimientos, más fácil será conseguir objetivos más altos. Esta primera etapa será la clave de todo nuestro trabajo futuro. Debemos conseguir un bloque con el que crecer", aseguró el director deportivo, que previamente ya había insistido en esa idea de ir paso a paso: "Es una etapa fascinante en mi carrera, un paso hacia adelante, un lugar en el que podemos hacer grandes cosas, como ha dicho el presidente, con calma y trabajando bien. Será clave la estabilidad, hacer que el Betis no solamente sea reconocido a nivel nacional, sino también internacional. Tenemos que construir ese Betis y dejar de ser efervescente sin temor alguno". 

Tampoco preocupan a Maciá las posibles limitaciones económicas. "No me preocupa el presupuesto que el club ponga a disposición, será aprovechado al máximo. Cuanto más presupuesto tengamos, nos podremos permitir equivocarnos un poco más. Ahora la responsabilidad es mayor", aseguró el valenciano, que no dudó en señalar su sintonía con el entrenador: "En mi modo de trabajar es indispensable que en la misma mesa estemos sentados él y yo. No concibo trabajar de ningún otro modo, el entrenador es parte del proyecto. Pepe Mel tiene el mismo interés que yo en que el Betis esté bien y gane. Hay que superar este matiz de que el entrenador es una persona aislada. Pepe Mel y Eduardo Maciá trabajarán a la par". 

Con experiencia en Valencia, Liverpool, Olympiacos y Fiorentina, Maciá no se identificó con un solo estilo de juego, sino que señaló la importancia de adaptarse a las señas de identidad de cada club. "Nos equivocamos si pensamos que un director deportivo viene a imponer un librillo. Tiene que escuchar dónde está. A partir de ahí, hay que empezar a construir. Habrá muy buenos futbolistas que no sirvan para el Betis y otros que sí. Nuestro trabajo es acertar en ese grupo de futbolistas que sirvan para el Betis", afirmó el valenciano, que explicó lo primero que le han pedido por la calle: "La gente me empieza decir que quiere dar un salto de calidad. La gente quiere compromiso, futbolistas entregados y que sientan que venir al Betis es venir a un sitio diferente, que tenga un valor añadido". 

Para empezar a construir el nuevo Betis, Maciá tiene claro el perfil de la plantilla del próximo año. "La preocupación no es los futbolistas que puedan acabar contrato, sino los que tienen que formar parte de un futuro del Betis. Hay que pensar cómo queremos hacer eso, si queremos 25 jugadores de un nivel normal o 14 de un nivel más alto; si queremos dar mucho más valor a la calidad y a la personalidad, a futbolistas que aguanten la presión y sean profesionales y ambiciosos. He hablado con Pepe Mel sobre eso y preferimos más calidad que cantidad. Si esta plantilla se estabiliza, habrá que añadir más piezas. Es fundamental no equivocarse en cómo construir este primer grupo del Betis del futuro. No quiero una revolución sino una evolución". 

Estabilidad, crecimiento sostenido, trabajo en equipo... Así fueron las primeras claves marcadas por Maciá para emprender el camino de la consolidación.

La apuesta más ambiciosa del consejo

"Estamos ante un acontecimiento importante para el Real Betis. Llevamos mucho tiempo diciendo que era muy importante para el Real Betis el mejorar, ampliar y perfeccionar todas las capacidades de su dirección deportiva. Desde que manifestamos nuestro propósito, no hemos dejado ni un solo día de trabajar sobre esa materia". Así comenzó el presidente, Juan Carlos Ollero, la presentación de Eduardo Maciá, la apuesta más ambiciosa del consejo en materia deportiva, tras la incorporación de Pepe Mel como entrenador el pasado mes de diciembre. "Hemos hablado con otras personas muy cualificadas, pero ha sido Eduardo el que nos ha convencido a todos. Estamos seguros de que con él vamos a trabajar en la dirección adecuada. El éxito en el fútbol no está nunca asegurado, pero el trabajo debe ser algo imprescindible para alcanzarlo. No pretendemos obtener resultados para pasado mañana, pretendemos que trabaje tranquilamente, consiguiendo el Betis que todos los béticos merecen. Nos ha sorprendido hasta qué punto conocía a jugadores de la cantera del Betis  o de otros mercados futbolísticos", agregó el presidente, mientras buena parte del consejo y trabajadores del club asistían a la presentación sentados en la sala de prensa del Villamarín.