Betis

La crisis de la inacción

  • La estadística refleja un Betis en plena caída libre

  • El foco se centra en Setién, que se sentará en el banquillo mañana, y empieza a virar hacia la cúpula dirigente

Setién, Serra Ferrer, Ángel Haro y López Catalán, en un acto reciente.

Setién, Serra Ferrer, Ángel Haro y López Catalán, en un acto reciente. / Juan Pinto (Sevilla)

La derrota del Betis en Anoeta ante la Real Sociedad volvió a reflejar la crisis a nivel de resultados que sigue atravesando el cuadro verdiblanco. Una caída libre que comenzó en 2019, con un mes de febrero en el que el club de la Palmera desaprovechó una ocasión de oro para dar un verdadero salto para crecer, con la eliminación en Europa y en las semifinales de la Copa del Rey, y que sigue en la Liga, como bien reflejan los datos.

Eso centró el foco del debate en la figura de Quique Setién, pero la atención también ha empezado a virar hacia la cúpula dirigente, fruto de la inacción y el silencio de ésta, sobre todo de la persona más representativa para la mayoría de hinchas béticos, Lorenzo Serra Ferrer. El mensaje de unidad lanzado por el club de Heliópolis no cala ya entre muchos aficionados béticos debido a los resultados del cuadro verdiblanco, y la crispación se palpa en el ambiente de cara al partido de mañana ante el Villarreal, con el técnico cántabro en el banquillo verdiblanco.

El equipo bético es el segundo equipo de la Liga que menos ocasiones de peligro genera (281)

En San Sebastián volvieron a verse las carencias de un Betis mal trabajado en muchas facetas del juego. Sólo el primer cuarto de hora de cada período se pudo ver algo de un Betis digno, que poco a poco fue desapareciendo hasta encajar una nueva derrota. Otra vez, una mala lectura de partido (cambio de Tello), poca fiabilidad defensiva (enésimo gol a balón parado), falta de garra, intensidad y chispa, jugadores desconectados y otros que fueron clave el año pasado están en un segundo plano (Sergio León, Javi García...), un estilo de juego obsoleto... Y todo esto queda bien demostrado en los siguientes datos.

El conjunto verdiblanco es el quinto equipo de la Liga que menos remata de cara a portería

El Betis es el segundo equipo que menos ocasiones crea en esta Liga (293), sólo superado por el Girona (281), algo que demuestra que sin ritmo ni verticalidad la posesión de la pelota sirve de poco para generar peligro, apareciendo la horizontalidad y el ser un equipo previsible, que tiene el balón porque el rival, que se siente cómodo con el simple hecho de bascular, se lo deja.

En los últimos 22 partidos de la temporada, el balance ha sido de 5 triunfos, 8 empates y 9 derrotas

El Betis es el equipo de Primera División que menos dispara a puerta en las primeras partes (134 tiros en 30 primeras partes de la Liga), a lo que hay que unirle, como ejemplo, de nuevo, de que el fútbol de posesión no lo traduce en peligro, es que es el quinto equipo de la Liga que menos lanza a portería, superado por equipos como Celta, Rayo y Huesca (descenso), que disparan más (datos de @LaLigaenDirecto).

La planificación invernal tampoco ayuda en la parcela ofensiva, con la ausencia del esperado killer y la llegada de jugadores que por ahora no están ofreciendo rendimiento inmediato, ni tampoco ayuda la gestión del actual inquilino del banquillo bético con sus delanteros, además de un estilo que tiene encorsetado a los heliopolitanos a la hora de chutar a portería.

El cambio de Tello, otro ejemplo más de pésima lectura desde el banquillo del cuadro de Heliópolis

También el Betis, si sólo se tienen en cuenta los partidos de Liga de 2019, sería decimoquinto en la clasificación, con 5 victorias, 7 empates y 9 derrotas. Un indicador que refuerza que el Betis está en crisis es el siguiente dato (@Pedritonumeros): los verdiblancos sumaron en los primeros 24 encuentros de la temporada un total de 12 victorias, 7 empates y 5 derrotas, mientras que en sus últimos 22 partidos, llevan 5 victorias, 8 empates y 9 derrotas.

Estos guarismos siguen avivando el debate sobre la figura de Setién, mientras que ayer el silencio de los rectores béticos de cara a sus aficionados fue total, como suele ser habitual cuando vienen mal dadas y al contrario de cuando llegan las victorias. Ahora, el Betis que está obligado a vencer al Villarreal para no empezar a desempolvar el cajón de la mediocridad, fruto de la crisis de la inacción.

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