La nueva norma del límite salarial, un escenario clave en el mercado del Betis
Betis
La nueva normativa coloca un escenario ciertamente nuevo en los clubes de LaLiga
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El mercado de fichajes del Real Betis Balompié sigue su curso con el planning establecido por la dirección deportiva y la cúpula del Consejo hasta el día de hoy. Se han producido un total de ocho incorporaciones cuando quedan menos de medio mes para que arranque el curso liguero para los verdiblancos. Luego les queda seguir trabajando en las salidas, y también en alguna que otra llegada que todavía resta. El primero de estos dos elementos es fundamental para que se produzca el segundo, ya que el límite salarial sigue asomando la cabeza. Cuando el bético echa la vista atrás y recuerda aquellos días de avales para inscribir futbolistas, valora el crecimiento que ha tenido el Betis, pero es un crecimiento acompañado de responsabilidad económica, un concepto mil veces repetido por el presidente Ángel Haro.
En este sentido, la nueva normativa de LaLiga relacionada con el límite salarial abre nuevos escenarios a la hora de poder trabajar en el mercado y jugar con las inscripciones, dando algo más de holgura a las comisiones deportivas.
La inscripción a cámara lenta
¿En qué consiste esa nueva normativa? LaLiga entrega un límite salarial a los clubes basado en dos temporadas. Para tres futbolistas es a lo que se aplica; dos de ellos firmados con carta de libertad y uno de ellos con inversión. Si tanto en el presupuesto de la primera temporada como en el presupuesto de la siguiente, hay espacio para inscribir al futbolista, se le inscribe sin problema. Si sólo hay espacio en el presupuesto de la primera temporada pero no hay espacio en el presupuesto de la segunda, el organismo te acepta la inscripción pero durante toda la temporada el club debe buscar la forma de generar ese hueco. Si llegado el momento, no lo ha conseguido, no podrá inscribir a ningún jugador hasta que lo genere. Por eso se llama 'Inscripción a Cámara Lenta'. Ahí está la clave, la prioridad. Hasta que no estén inscritos, no se puede inscribir a otros.
Es por ello que, a la hora de elegir los futbolistas que sean escritos bajo esta normativa, en el conjunto verdiblanco deben ser conscientes de que ese hueco tiene que estar tanto esta ventana como la del próximo verano, o al menos, que sea una cantidad no desorbitada que se pueda conseguir generar en un curso. Todo esto, explicado a la perfección por Javier Gómez, director general de LaLiga en una entrevista con Héctor Mohedano en su canal de YouTube. El ejemplo claro es Antony: ¿por qué al Betis le interesa más que sea cedido? Porque siendo así, al año siguiente no tiene que inscribirlo y este año, gracias a la norma, sí podría hacerlo.
Un límite salarial exprimido al límite
Aquí está la clave del mercado del Betis. Hace ya algunas semanas informaba Diario de Sevilla que la intención del Betis era moverse en un límite de coste de plantilla deportiva (sin incluir al filial, con un peso previsto que se acerca a los cinco millones de euros) que se mueva en torno a los 100 millones de euros. Sería en total unos 105-108 millones de euros. Tal y como se está moviendo el mercado y las inversiones que se han hecho, y que se quieren hacer, todo apunta a que esa cifra incluso podría aumentar unos cuatro o cinco millones de euros más. Por lo tanto, no sería extraño ver allá por septiembre un límite salarial en torno a los 110 o 115 millones de euros.
Las salidas que se han producido han sido cubiertas casi al milímetro por los jugadores que han llegado a Heliópolis. Todavía restan dos incorporaciones obligatorias: un pivote y un extremo diestro. El escenario hoy es que ese pivote debe tener un peso salarial bajo, por lo que la operación se traduce en una apuesta o un futbolista cedido al que poder acceder en el futuro. Y para Antony, sí hay espacio siempre que todo se termine dando dentro de los parámetros preestablecidos con el futbolista.
Otro escenario distinto es que jugadores como Bakambu en la zona del ataque o Altimira en el medio muevan el árbol. Entre el salario que liberaría uno y la alta plusvalía que generaría el otro, se podrían abrir escenarios como el de un delantero joven o un organizador, a día de hoy complicados. De igual forma, lo más positivo del Betis es que ha conseguido estar en una posición de intercambio de cartas. Una por una. Ya no tiene que entregar dos o tres para poder recibir una, como ocurrió en el pasado y hoy ocurre a muchos equipos de LaLiga.
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