Estas son las tres razones por las que este psicólogo no habla inglés con sus hijos

Se puede poner en riesgo desde la parte emocional hasta el hecho de que lleguen a pronunciar las palabras mal

¿Por qué es bueno que los hijos vean llorar a los padres?: este hecho se traduce en un mensaje de seguridad

Niños aprendiendo un idioma / Pexels

Muchas personas que saben a la perfección otro idioma distinto a la lengua materna porque haya estado viviendo fuera anteriormente, decide transmitirselo a los hijos cuando los tiene. Sin embargo, este no es el pensamiento del psicólogo Alvaro Bilbao, mostrándose con una opinión diferente al respecto. Aunque ha vivido cuatro años en Estados Unidos y considera que habla inglés bastante bien, no lo comparte con sus descendientes y tiene las razones de por qué no lo hace.

Tres razones para no hablar a los más pequeños en un idioma diferente a la lengua materna

Para entender desde el punto de vista psicológico porque no se debería hacer, Álvaro Bilbao expone tres razones muy lógicas y sencillas:

Cuáles son los métodos principales para que los niños aprendan un nuevo idioma

Existen varios métodos respaldados por la ciencia ideales para que los niños aprendan una segunda lengua. En este caso el inglés, pero es aplicable a cualquier otra. Por un lado, la inmensión lingüistica que significa que se debe adaptar a los más pequeños al entorno deseado donde se práctica ese idioma. Se hace una exposición constante y los contextos cotidianos son claves para conseguir una adquisición natural del lenguaje.

A través del juego y la interacción, estos son dos buenos métodos de aprendizaje. Es una de las herramientas fundamentales y se trata de que los niños adquieran de forma natural y atractiva las palabras y las estructuras. Las canciones y las actividades sociales son otra manera de hacerlo sin que implique mucho esfuerzo.

Si queremos que lo adquieran de forma natural, la mejor opción es que sigan las reglas gramaticales de manera intuitiva. No es recomendable que las memoricen, como ha sucedido con la primera lengua. Al escuchar hablar una lengua constantemente, por canciones, películas, libros o conversaciones, esto ayuda a que el cerebro reconozca ciertos patrones y se desarrolle la comprensión y la producción oral.

No se trata de que solo aprendan el idioma, sino que se debe combinar con gestos, imágenes, actividades visuales que creen un vínculo más fuerte entre las palabras y su significado.

Referencias bibliográficas:

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