El primitivo titular de San Isidoro y un triste episodio en la iglesia de Santiago

La antigua imagen fue tallada por Pedro Nieto en 1632 y fue titular durante más de treinta años

Los clérigos de Santiago evitaron a toda costa que la hermandad se llevara al nazareno a la nueva sede de la corporación

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La hermandad consiguió recuperar la imagen en 1964

La Hermandad de las Tres Caídas se funda, a principios del siglo XVII, en la iglesia de San Benito de la Calzada, si bien se trasladó al poco tiempo a San Roque y posteriormente a Santiago. Es precisamente en este templo donde la cofradía vive -más bien padece, sufre- uno de los episodios quizás más complejos y delicados de su historia, y que tiene que ver directamente con su primitivo titular cristífero, antes de la llegada del actual Jesús de las Tres Caídas.

En el año 1632, la corporación, muy vinculada al gremio de cocheros de casas grandes, decide encargar una talla de papelón y con túnica encarnada a Pedro Nieto Montañés, experto en estos materiales y muy prodigado en aquel tiempo. Esta fue la primera imagen titular de la hermandad de San Isidoro, que despertó acreditada devoción en la feligresía de Santiago, templo al que llega la cofradía en 1638. Sin embargo, paralelo a aquel fervor popular, las relaciones entre la corporación y los sacerdotes no eran precisamente amables y amistosas por una serie de desavenencias.

La primitiva imagen de San Isidoro / Pepe Becerra (Leyendas de Sevilla)

A esta circunstancia, que se agravaba con los años, se le une el mal estado de conservación que presentaba la imagen, a pesar de ser de reciente factura. Por tanto, la cofradía solicitó el 17 de marzo de 1668 a la Autoridad Eclesiástica el traslado a la parroquia de San Isidoro, donde las imágenes podrían ser ubicadas en emplazamientos más decorosos y se gozaría de mayor cercanía de cara a la estación de penitencia. Los curas de la iglesia se negaron en rotundo a esta petición, y tal fue la molestia y su convencimiento que decidieron, incluso, encadenar la imagen del señor a un muro de la iglesia aledaña a la capilla inmediata, que a su vez permanecía cerrada bajo llave.

De ningún modo consiguieron los cofrades de San Isidoro resolver esta cuestión, a pesar de elevar las quejas correspondientes a Palacio. Por tanto, resignados, acordaron encargar en 1668 a Alonso Martínez -otro excepcional escultor- una nueva imagen de Jesús en su Tercera Caída, que es la imagen que actualmente procesiona cada Viernes Santo. Por aquel entonces la corporación ya se había instalado en la parroquia de San Isidoro, ocupando la capilla que en nuestros días alberga a los titulares de la corporación. Abandonó Santiago el Mayor en mayo de 1667 tras obtener las licencias oportunas.

La primitiva imagen en una exposición en el Mercantil hace diez años / Pepe Becerra (Leyendas de Sevilla)

Según el ex hermano mayor, Guillermo Mira, en una entrevista concedida a la web Cuestión de Cofradías, a la primitiva imagen se la conoció incluso con el nombre del "Señor de la Cadena", y no fue hasta 1964, siglos después, cuando pudo ser recuperada. Esta imagen de Pedro Nieto, que fue titular durante treinta y cuatro años, permanece en las dependencias de la hermandad de San Isidoro, presidiendo la sala de cabildos, testigo vivo de la historia de esta cofradía y de la Semana Santa sevillana.

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