Un viernes jubilar con bulla en San Pedro: "Hoy aquí se habla en andaluz"

El Cachorro y la Virgen de la Esperanza reciben la visita de los últimos peregrinos que llegan a Roma

La cita cofradiera se solapa con los preparativos para la misa de entronización de León XIV

Últimas horas para ver al Cachorro y la Virgen de la Esperanza en el Vaticano

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La Basílica de San Pedro acoge una misa conjunta de las hermandades de El Cachorro y la Esperanza de Málaga / Juan Carlos Muñoz

Tres días en la Ciudad del Vaticano. Un 'triduo' de rezos y fotos, muchas fotos, en el principal templo de la cristiandad, donde desde el pasado miércoles están expuestos a la veneración el Cachorro de Sevilla y la Virgen de la Esperanza de Málaga. La Capilla de la Presentación de la Virgen se ha convertido estos días de mayo en el mejor 'photocall' de la Basílica de San Pedro. Hay colas, codazos y hasta alguna que otra palabra desagradable por hacerse una foto delante de los titulares de la hermandades andaluzas. Un malagueño que viene con la familia completa (mujer y dos hijos) aporta el titular del día: "Hoy aquí se habla andaluz".

Todos los peregrinos del Jubileo de las Cofradías están ya en Roma. En bares, tiendas y templos. Muchos con medallas, otros con camisas corporativas -la cofradía del Paso y Esperanza se lo ha trabajado bastante en este aspecto- y otros como unos turistas más (calzado cómodo y mochila). Algunos, incluso, es la primera vez que pisan la Ciudad Eterna, como Carmen Díaz, a la que se le ha hecho larguísima la travesía desde que partió del aeropuerto de San Pablo. Con escala en Madrid, acompaña a su marido, "muy del Cachorro". Viene también su hijo, un adolescente que viste con chándal de la Roma, uno de los equipos de la capital italiana.

A Carmen se le saltan las lágrimas en San Pedro. No por la magnificiencia basilical, sino por contemplar al Cachorro allí. Rímel sobre mejillas maquilladas mientras continúan los saludos y abrazos. Una auténtica bulla donde no faltan codazos por hacerse un hueco en primera línea. Fotos y 'selfies' por doquier delante de la cinta que delimita el espacio hasta donde se puede llegar. Como una Fontana de Trevi por lo divino, aunque sin moneda que se lance al vuelo.

Ambiente en el Vaticano este viernes / Juan Carlos Muñoz

En esta última jornada de veneración en el Vaticano, de nuevo el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, preside una eucaristía. Lo hace a las diez de la mañana en la Cátedra de San Pedro, situada detrás del baldaquino de Bernini. Lleno absoluto. Se ocupan bancos y una sillas de plástico transparente que más bien parecen sacadas de un catálogo de firma especializada en decoración del hogar. Eso sí, son insonoras, lo que se agradece mientras se asiste a la misa.

La monición de entrada la lee Paloma Saborido, coordinadora del comité organizador de la Gran Procesión del Jubileo de las Cofradías. Su intervención es un alegato a favor de la religiosidad popular: "Somos cofrades, discípulos de Cristo y peregrinos de Esperanza", proclama esta malagueña, quien lleva una semana entera realizando declaraciones a los medios.

En su homilía, monseñor Saiz recuerda que el Año Jubilar es un tiempo de conversión, reflexión y de "adoptar un nuevo estilo de vida". "Venimos como peregrinos desde Andalucía para cruzar el umbral de la gracia", refiere el prelado hispalense, quien tiene también palabras de recuerdo para su homólogo en Málaga, monseñor Jesús Catalá.

Don José Ángel también reivindica la importancia de la religiosidad popular -tan denostada tiempo atrás por cierta jerarquía eclesiástica- en la evangelización del siglo XXI. "La fe de los cofrades no es una herencia cultural, es una decisión personal y gozosa". Una manera de ser cristiano sin renunciar a ser uno mismo.

Un modo de vivir y expresar la Fe que se hará presente mañana sábado por la Roma imperial, por donde discurrirá la Gran Procesión, en la que participará el Cachorro y la Virgen de la Esperanza. "Roma verá pasar por sus calles y plazas no sólo tallas sublimes, sino también a un pueblo que camina con el corazón abierto al misterio pascual del Señor”, insiste el prelado hispalense, quien subraya que "la belleza de nuestras imágenes sagradas es reflejo de la belleza eterna de Dios".

Misa en la Basílica de San Pedro este viernes, presidida por el Arzobispo de Sevilla / Juan Carlos Muñoz

"Será una procesión histórica, con gran fuerza evangelizadora", abunda don José Ángel, quien advierte que lo más importante del Jubileo comenzará al regresar a las ciudades de origen, "cuando volvamos a casa y llevemos el fuego que hemos recibido".

Acaba la eucaristía y de nuevo la capilla donde se venera a las imágenes andaluzas roza la bulla. A los peregrinos de Sevilla y Málaga no les pasa inadvertido el "minimalista" montaje para presentar al Cachorro y la Virgen de la Esperanza. Ni una flor (sólo el romero a las plantas de la dolorosa malagueña), ni una alfombra ni una vela. "Aquí en el Vaticano la priostía es cortita", refiere un trianero, mientras que a un grupo de malagueñas le resulta muy baja la altura a la que se ha colocado la imagen mariana. "Sólo se ve bien si te pones delante. Eso sí, está guapísima", añaden.

Para ello hay que abrirse paso, como Moisés en el Mar Rojo, entre un bosque de brazos con teléfonos móviles en alto para captar la instantánea. Por cierto, ya que estamos en asuntos priosteriles, un acierto la colocación de potencias al Cristo de la Expiración. Además de ser un atributo de divinidad, aporta luz ante la falta de iluminación. Restricciones por "el carácter museístico de San Pedro", explican fuentes oficiales.

Son las ultimas horas de permanencia en el Vaticano. A las 16:00 comienza el traslado (privado) hasta la carpa situada en la Piazza di Celimontana, donde mañana sábado partirá la Gran Procesión. Las flores en el paso sevillano y el trono malagueño ya se colocan, nos dice uno de los responsables de la Hermandad del Paso y Esperanza.

Sevillanos, malagueños y andaluces de otras provincias llenan los alrededores del Vaticano. Incluso los hay que vienen de diferentes comunidades españolas. Andaluces que emigraron y encuentran en esta cita histórica una manera de volver a sus raíces. Así le ocurre a Mercedes Alarcón, con décadas de residencia en Barcelona y "amante" de las cofradías.

Por cierto, entre los que acuden a San Pedro esta mañana se encuentran el periodista Carlos Herrera, quien fuera pregonero de la Semana Santa de Sevilla en 2001, y la malagueña Diana Navarro, quien le canta una saeta a la Virgen de la Esperanza.

Una mañana de mayo en las que muchos andaluces no esperan ni a la hora del Ángelus para refrescar el gaznate. Peronis para celebrarlo. La temperatura, por cierto, muy agradable. En la Plaza de San Pedro se montan los equipos de sonido para la misa de entronización de León XIV, el nuevo Papa elegido en la Pascua Florida y del que apenas hay aún souvenirs en las tiendas. Éste será el primer acto jubilar como Pontífice. Otro dato a recordar para días que hacen historia en la ciudad del Tíber.

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