Eduardo Berizzo se mostró más que satisfecho con la victoria y el juego desplegado por sus jugadores, a pesar de esa recta final en la que se sufrió más de lo esperado. Y es que, a su juicio, el Sevilla disputó "los mejores 70 minutos" desde que él arribase a su banquillo.

"Merecimos acabar el partido con un 3-0 que podría haber sido lapidario. Tendríamos que haber sentenciado antes, pero terminamos con más nervios de los deseados", reconoció Berizzo en su comparecencia ante los medios. Eso sí, el argentino no tardó en destacar las virtudes del equipo: "Jugamos con mucho dinamismo y presión en campo rival y eso es lo que uno desea siempre".

"Por la importancia del partido y por la entidad del rival, sí, el Sevilla jugó los mejores minutos desde que yo soy su entrenador", afirmó sin titubeos Berizzo.

A pesar del entusiasmo que le provocó la victoria ante el Spartak, el entrenador del Sevilla, lejos de lanzar las campanas al vuelo antes de tiempo, se mostró cauto en lo referente a la clasificación a los octavos de final de la Liga de Campeones. "Necesitamos una victoria más. Nos quedan dos partidos y este resultado nos posiciona en el grupo como queremos. Ahora dependemos de nosotros, pero hasta que no consigamos el triunfo que nos falta no habrá nada hecho", remarcó.

Preguntado por el estado físico de sus jugadores, pues más de uno abandonó el campo con molestias, el técnico nervionense recordó que "la consecución de partidos conlleva riesgo de lesiones". "Cuando uno hace rotaciones es por estas cuestiones. Ahora lo que toca es recuperarnos de este esfuerzo tan grande", añadió.

Tras una sucesión de malos resultados, "una prueba más del fútbol", Berizzo celebró haber encadenado tres victorias, aunque avisó: "El fútbol pone a prueba la convicción en lo que haces y la personalidad de los futbolistas. Creo que superamos los malos momentos con personalidad. Pero no podemos bajar la guardia en ningún momento y sí respetar a todos los rivales".