El famoso youtuber cordobés RickyEdit demanda al sevillano Javi Oliveira por la letra de una canción
El creador de contenidos cordobés, con 4 millones de seguidores en TikTok, ha demandando al youtuber sevillano por usar sin permiso la canción 'Lo siento' en un vídeo
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Ni un concurso de acreedores ni la refinanciación de la deuda de una empresa. Sobre lo que ahora tendrá que pronunciarse el Juzgado Mercantil 1 de Sevilla es algo más extraordinario por la singularidad del asunto y la popularidad de sus protagonistas. Se trata de una demanda por vulneración de la Ley de Propiedad Intelectual presentada por el famoso creador cordobés de contenidos RickyEdit contra otro youtuber, el sevillano JaviOliveira. La batalla judicial en la que se han enzarzado estos dos youtubers andaluces se originó a raíz de que Javier Oliveira usara el pasado 29 de diciembre la canción Lo siento, de RickyEdit, en un vídeo recopilatorio de cotilleos de 2024 (conocido como 'rewind') publicado en YouTube. El juicio en el que se dirimirá esta batalla entre youtubers tendrá lugar el próximo 8 de julio.
RickyEdit alega que Javi Oliveria ha cometido una infracción de los derechos de propiedad intelectual al usar sin su consentimiento la canción Lo siento, un tema musical que el creador de contenidos cordobés publicó el 23 de diciembre de 2023 en Spotify y YouTube. Ricardo asegura ser el compositor de la letra y el coautor de la pieza musical, para lo que presenta un acuerdo de licencia con el otro compositor. En su demanda, RickyEdit afirma que Oliveira publicó el 29 de diciembre de 2024 un vídeo en su canal de YouTube en el que usa esa canción en un fragmento de dos minutos "para exponer especulaciones sobre asuntos sentimentales de otras personas". "En ningún caso, el uso de la canción ha sido autorizado previamente", dice con rotundidad en la demanda, donde reclama casi 8.000 euros por daños patrimoniales, daños morales y beneficios obtenidos en la reproducción del vídeo de marras. Según RickyEdit, el vídeo que contiene la canción tenía 264.000 visitas.
Javi Oliveira, que se define como un "creador de contenidos de actualidad, sucesos, true crime y crónica rosa", niega haber usado sin consentimiento la canción al argumentar que el propio RickyEdit había dado permiso a todos los creadores para "reaccionar y usarla", entre otras cosas, porque "se ha manifestado en sus vídeos durante años estar a favor del uso legítimo (fair use) en YouTube y muy en contra de los creadores que hacen reportes por copyright, perjudicando el trabajo de los compañeros". En este sentido, ha recordado que RickyEdit y él han "utilizado mutuamente para sus vídeos el contenido entre ambos, incluso monetizando muchísimo más el demandante por ello, unos 11.000 euros, al tener mayor número de seguidores".
Fuentes próximas a RickyEdit han declarado a este periódico que la demanda se ha presentado, entre otras cosas, porque Javi Oliveira alegó ante Youtube el uso legítimo conforme a la ley de derechos de autor de Estados Unidos y esta plataforma exige para responder a esa contestación demostrar que se han emprendido acciones legales contra el presunto infractor. "De lo contrario, transcurridos diez días hábiles en Estados Unidos, YouTube puede restaurar el vídeo objeto de la reclamación. Por este motivo nos vemos obligados a demandar a Javier Oliveira, ya que es la única forma de conseguir la eliminación definitiva del vídeo infractor", explican. Por otra parte, afirman que el creador de contenidos cordobés afincado en Andorra no ha usado material de JaviOliveira, al tiempo que niegan que Ricardo haya cobrado nada por el controvertido video, que fue retirado por Youtube tras la denuncia de RickyEdit.
Javier Oliveira afirma sentirse complemente tranquilo con la demanda, añadiendo que "entre los youtubers tenemos una especie de ley no escrita por la que usamos los contenidos unos de otros, lo que se conoce como 'uso legítimo en Youtube'. De hecho, RickyEdit lo hace constantemente, utilizando material mío de pago. Por eso, con esta demanda se ha abierto un melón importante porque si gana el pleito, los creadores de contenido no podremos usar parte de videoclips de otros para comentarlos".
Infidelidades
El youtuber sevillano añade que Ricardo "está reclamando una cuantía inventada", ya que se ha quedado con la monetización que generó el vídeo de 42 minutos del 29 de diciembre, realizado "con colaboraciones de decenas de creadores de contenido, famosos y una postproducción de varios empleados". Asimismo, precisa que sólo se usó el audio de la canción en un minuto y tres segundos. "Estamos ante una burda utilización de la justicia para no dar su brazo a torcer en el debate mediático y querer quedar por encima creando contenido para su audiencia mofándose del demandado", señala Oliveira. En este sentido, añade que el interés de RickyEdit "no es resolver esta controversia, sino mantenerla en el tiempo para seguir haciendo vídeos en YouTube, mofándose del demandado". Al respecto, recuerda que el vídeo que RickyEdit subió a su canal "mofándose de haberse quedado con el dinero del trabajo del demandado, según él, 1.000 euros", tenía más de 400.000 visualizaciones.
"El vídeo demandado es un resumen de los cotilleos que han sido noticia en YouTube a lo largo del año. Una parte de dichos cotilleos son las infidelidades cometidas o sufridas por los diferentes creadores de contenidos. El ahora demandante ha sido uno de los fenómenos mediáticos del año en YouTube por una infidelidad sufrida por él de parte de su antigua pareja, lo cual fue ampliamente difundido por la mayoría de canales de cotilleos, no solo de España, sino de toda habla hispana", puntualiza Javier Oliveira, quien justifica el uso de la canción "en un resumen de la crónica rosa de la cual el ahora demandante es parte importante y para ello se usa de manera tangencial una de sus actuaciones".
Trapos suicios
La enemistad de ambos creadores de contenidos ha quedado patente en el texto de sus escritos judiciales, donde ambos hacen referencia a cuestiones personales que nada tienen que ver con la demanda, lo que indica un interés manifiesto por sacar trapos sucios de cada uno. Así, RickyEdit recuerda que JaviOliveira "ha sido condenado recientemente por intromisión ilegítima en el honor de otra creadora de contenidos con sus publicaciones y al pago de 9.000 euros en concepto de indemnización por daños y perjuicios". De otra parte, JaviOliveria, representado por el letrado Pablo Franco, descalifica al demandante diciendo que "se encuentra envuelto en una polémica judicial porque está imputado en un procedimiento de violencia de género tras la denuncia de su expareja en el Juzgado de la Mujer de Zaragoza. Ricardo reconoció en un vídeo con millones de visitas haberle espiado el teléfono a la chica para controlarla y después de la ruptura se ha dedicado a humillarla en varios contenidos, tanto en YouTube como en Twitter".
Profunda enemistad
A lo largo del tiempo, Javi Oliveira ha cuestionado el enfoque de RickyEdit en varios vídeos, acusándolo incluso de actuar con doble moral. RickyEdit, por su parte, ha expresado abiertamente su desprecio por el tipo de contenido que representa JaviOliveira, al que tacha de oportunista. Más allá del litigio, la disputa revela un choque de personalidades difícilmente reconciliable: uno centrado en entretener; el otro, en fiscalizar. RickyEdit no tolera bien ser objeto de análisis o sátira, mientras que JaviOliveira ha convertido precisamente eso en su marca.
Que no hay buena sintonía entre ambos lo confirma RickyEdit en la demanda al decir que entre él y JaviOliveira "existe una manifiesta relación de enemistad: prueba de ello son los múltiples vídeos y comentarios en las redes sociales". A juicio de Ricardo, el uso no consentido de la canción "no es más que otra provocación por parte de Oliveira para generar polémica y enfrentamiento. Todo ello parte de la imagen pública que ha buscado crearse el demandado de ser conocido por sus críticas e insultos hacia otros creadores, con tal de ganar visitas y reacciones a sus vídeos". Es más, señala en su denuncia que "Ricardo no ha reclamado el vídeo porque se haga un uso ilegítimo de su contenido", sino que lo ha reclamado "porque el demandado le cae mal".
RickyEdit y sus parodias irreverentes
Detrás del nombre artístico RickyEdit se encuentra Ricardo Moral Martínez, un joven creador de contenido nacido el 16 de junio de 1997 en Córdoba. Actualmente, reside en Andorra, un destino habitual entre grandes creadores de contenido españoles por su entorno favorable y sus ventajas fiscales. Con una carrera construida a base de irreverencia, parodias virales y una habilidad innata para conectar con las audiencias jóvenes, ha logrado consolidarse como uno de los referentes del entretenimiento digital en el ámbito hispanohablante. Sus cifras en redes sociales hablan por sí solas: 4,2 millones de seguidores en TikTok, 3,37 millones de suscriptores en YouTube, 1,2 millones en Twitch, 778.000 en X (Twitter), 738.000 en Instagram, 183.000 en su canal de WhatsApp y más de 128.000 miembros en su comunidad de Discord.
Los primeros pasos de RickyEdit en internet se remontan a 2014, cuando comenzó a publicar vídeos de humor y parodias en YouTube. Desde el principio, su estilo descarado y su desparpajo captaron la atención de una audiencia cada vez más receptiva a la naturalidad frente a la cámara. El salto definitivo lo dio en 2015, gracias a vídeos musicales como Friki o Hasta que la probé, piezas de humor que se volvieron virales y lo situaron como una figura emergente en la escena digital.
El fenómeno mediático se amplificó tras una aparición televisiva en la que una frase suya -“Me he hecho famoso en Córdoba y las chicas me persiguen”- fue sacada de contexto y convertida en meme. A partir de ahí, el personaje de RickyEdit empezó a construirse en torno a una mezcla de ironía, crítica social y autopromoción calculada, elementos que acabarían definiendo su marca personal.
A lo largo de su trayectoria, ha sabido reinventarse y explorar distintos formatos. Tras una etapa dominada por sketches y parodias, viró hacia el mundo de los videojuegos, con gameplays de títulos como Fortnite o Counter-Strike, y más tarde hacia contenido de reacción y crítica cultural. Series como Locas de Twitter, Gordofobia o YouTube Kids le han permitido conectar con nuevas audiencias desde una posición provocadora, generando tanto apoyos fervorosos como polémicas notables. En paralelo, ha desarrollado formatos más dinámicos como Si te ríes, pierdes, en los que premia a su comunidad con dinero o regalos a cambio de no soltar una carcajada.
El universo RickyEdit también ha traspasado las fronteras del contenido en redes. Ha lanzado varios temas musicales -como Caliente o Rango superior-, organizando incluso un concierto en directo para sus seguidores. Además, ha explorado el formato pódcast con su proyecto Y Tal, y ha realizado bromas telefónicas al estilo de referentes como AuronPlay, manteniendo siempre un tono provocador, aunque con una evolución evidente hacia un entretenimiento más pulido y menos conflictivo.
JaviOliveira y el 'salseo'
Francisco Javier Oliveira Ávila, conocido como JaviOliveira, nació el 25 de agosto de 1985 en Sevilla. Con casi 40 años, se ha consolidado como una figura destacada en el universo de YouTube, donde su contenido se basa en el análisis crítico de la cultura digital, el entretenimiento rosa y el salseo, una etiqueta que él mismo ha hecho suya. Su canal principal, lanzado en agosto de 2015, ya acumula 674.000 suscriptores, a los que se suman dos canales secundarios: La Salsería, con 340.000 suscriptores, y Telesalseo, con 191.000, enfocado en la actualidad televisiva y del corazón.
En redes sociales, su presencia se completa con 127.700 seguidores en X (Twitter), 92.600 en Instagram, 88.100 en TikTok, 84.000 en Facebook y 65.171 en Twitch, plataformas desde las que complementa sus contenidos con transmisiones en directo, debates y reacciones. La carrera de JaviOliveira se caracteriza por entrevistas, críticas y exposiciones de conflictos dentro del ecosistema YouTube. Ha protagonizado enfrentamientos públicos con creadores como Miare, Wismichu, Dalas Review o Dross, principalmente a través de su serie Game Over, donde analiza al detalle contradicciones y presuntas malas praxis. Es colaborador en los programas de Cuatro Código 10 y En boca de todos, presentado por Nacho Abad, e interviene como actor en el programa Gente maravillosade Canal Sur, presentado por Toñi Moreno. Una faceta menos conocida, pero significativa, es su diagnóstico de enfermedad de Crohn, que lo llevó a replantearse reducir su exposición mediática.
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