Mata a su madre en Brenes y se entrega dos días después a la Guardia Civil

Santiago G. F. se presentó la mañana de este viernes en el cuartel de la Guardia Civil de su pueblo, Brenes. Decía que había matado a su madre y venía a entregarse. El crimen se había cometido el miércoles, dos días atrás, en el piso en el que residía la víctima, en una primera planta del número 57 del Paseo José Fernández Vega, casi a la salida del pueblo, donde continuaba el cadáver. La Guardia Civil envió un patrullero a corroborar el relato del joven, de unos 25 años de edad.

Los agentes que entraron en la vivienda encontraron el cuerpo de la madre, Miriam F. G., tendido en la cama del dormitorio, con un fuerte golpe en la frente, probablemente asestado con un objeto contundente. Tan fuerte que le había hundido parcialmente el cráneo. Los forenses determinaron luego que, a tenor de la descomposición que ya presentaba, el cadáver llevaba allí al menos 48 horas, lo que encaja con el testimonio del hijo. Santiago quedó detenido como presunto autor del parricidio.

Se activó entonces el protocolo habitual cuando se produce un homicidio. Varios guardias civiles custodiaron la entrada al bloque y un equipo de Policía Judicial inspeccionó la vivienda y el cadáver. Los agentes del departamento de Criminalística también realizaron un examen científico del lugar en busca de vestigios y restos que soporten con pruebas el atestado posterior. La comisión judicial se desplazó al piso y ordenó el levantamiento del cadáver, una diligencia que se llevó a cabo pasadas las dos de la tarde.

El cuerpo de Miriam, de unos 50 años, fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Sevilla, donde se le practicará la autopsia. Una vez retirados los restos mortales de la víctima, la Guardia Civil trasladó al piso al presunto parricida, para practicar algún tipo de prueba judicial que no ha trascendido. El sospechoso estuvo apenas unos diez minutos en el interior de la vivienda y volvió a salir, esposado y custodiado por los agentes del instituto armado, que lo introdujeron en un patrullero y lo trasladaron de nuevo a las dependencias policiales, donde permanecerá hasta que pase a disposición judicial.

Santiago iba con la cabeza cubierta con la capucha de una sudadera y con la boca y la nariz tapadas con una mascarilla, por lo que su cara no pudo ser captada nítidamente por los fotógrafos y camarógrafos que aguardaban en la acera contraria a la vivienda, en una avenida plagada de tráfico en plena hora punta de un viernes. Poco se sabe de los motivos que llevaron al joven a acabar con la vida de su madre, con la que no residía pero a la que visitaba con frecuencia.

Miriam, de origen brasileño, llevaba más de veinte años residiendo en Brenes. Trabajaba cuidando a personas mayores. Santiago vivía con su padre, de nacionalidad española, que estaba separado de la madre. El pasado lunes, el 29 de septiembre, la víctima colgó en su perfil de Facebook una foto de su hijo comiéndose una hamburguesa. Nada hacía sospechar que apenas dos días después éste acabaría con su vida. A Miriam la vieron en un bar cercano a su domicilio el miércoles, poco antes de que fuera asesinada.

Tampoco ha trascendido qué hizo el presunto asesino durante dos días hasta que decidió entregarse, ni si estuvo conviviendo con el cadáver de su madre durante este periodo. La Guardia Civil mantiene abierta la investigación para tratar de esclarecer todas estas incógnitas. Junto al edificio Gomi, donde residía a la víctima, había este viernes una decena de curiosos contemplando el trabajo de guardias civiles, forenses, funerarios y medios de comunicación. Ninguno de ellos tenía nada mejor que hacer que bromear o hacer comentarios irrespetuosos cada vez que alguno de los periodistas de televisión entraba en directo desde el lugar.

En el bloque, una pareja de guardias civiles impedía la entrada a ninguna persona ajena al edificio, e incluso los vecinos tenían que esperar unos minutos para poder acceder. En un balcón del edificio, una pareja respondía a gritos a un reportero de un programa regional de televisión que ellos no sabían nada ni habían visto nada. El periodista insistía en que bajaran para poder grabarles unas declaraciones, a falta de testimonios con los que apoyar las imágenes tomadas por su compañero. Pero fue en vano.

El alcalde de Brenes, Jorge Barrera, estuvo en el lugar del crimen interesándose por lo ocurrido. El Ayuntamiento decretó un día de luto oficial en un pueblo al que este homicidio ha sorprendido justo un día antes de la salida de la Patrona del pueblo, la Virgen del Rosario, que sale precisamente este sábado. El luto estará vigente desde la una de la tarde de este viernes hasta la misma hora de mañana sábado, según apuntaron fuentes municipales.

Este es el tercer homicidio que se comete en Brenes en lo que va de año, tras el asesinato de una mujer también de origen brasileño el pasado mes de febrero y el de un hombre apuñalado en una plaza en junio. Es también el tercer crimen en la provincia de Sevilla en menos de una semana, tras el asesinato machista de una mujer en Sevilla Este el pasado domingo y el homicidio del Galleta, un delincuente habitual que fue encontrado con un fuerte golpe en la cabeza en su casa de Padre Pío el pasado miércoles.