El nuevo Benito Villamarín, un coste estudiado por el club
Cuando en junio de 2023 se habló de un presupuesto de 70 millones esa ejecución inicial sólo se refería a la construcción de la nueva grada de Preferencia y la cubierta, aunque el proyecto fue creciendo con el edificio anexo y otras actuaciones y no se contaba entonces con otros gastos obligados
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Si algo quedó claro en la última junta de accionistas del Betis, además del control del actual consejo de administración (aumentado tras la ampliación de capital), es que el club verdiblanco apuesta fuerte en el nuevo Benito Villamarín, que se convertirá en uno de los pilares del futuro de la entidad, pero el precio será alto y ni siquiera se han puesto los cimientos de ese nuevo recinto.
Con la vorágine de la actualidad de los partidos poco tiempo ha habido para pararse a analizar los números de esta actuación más allá de la ilusión que despierta en cualquier seguidor disponer de un recinto del siglo XXI para disfrutar de un equipo que de la mano de Manuel Pellegrini ha alcanzado una estabilidad deportiva. Pero no es probable que el chileno siga en el banquillo en la vuelta a Heliópolis.
Mayo de 2028 es la fecha en el horizonte para que el equipo y su afición vuelvan a casa, pero por el camino quedan dos temporadas y media de exilio en La Cartuja y una factura que hay que pagar. ¿Más o menos de lo esperado? Pues la realidad es que se acerca a lo estimado por el club, pese a que en junio de 2023 se hablara de un coste 70 millones y el presidente heliopolitano, Ángel Haro, cifró la cantidad en la junta de accionistas hasta los 262 millones. Pero esa primera cantidad correspondía a la convocatoria de un concurso internacional de arquitectura en el que sólo se solicitaba a las candidaturas el diseño de una nueva grada de Preferencia, una actuación sobre elementos exteriores e interiores de las otras tres gradas, del diseño de la cubierta y la ordenación del resto de la parcela.
En ese presupuesto no se incluía el edificio anexo ni los aparcamientos subterráneos incorporados posteriormente en el proyecto de De La-Hoz y Gensler, ganador del concurso, según se publicó en la página web oficial del Betis el 17 de agosto de 2023. A partir de ahí en el desarrollo del proyecto de ejecución se incorporaron otras mejoras no incluidos inicialmente (aunque sí previstas) y otras relativas a la sustitución de instalaciones de otras zonas del estadio (Gol Norte y Fondo). Todo ello elevó el coste de la obra hasta los 160 millones citados el pasado mes de noviembre en el informe de la auditoría de cuentas anuales 2024-25.
¿Cómo se llega entonces a las 262 millones presupuestados por Haro? Concretamente el coste de construcción anunciado es de 163 millones, a lo que hay que sumar otros gastos como equipamientos ( 23,3 millones), honorarios profesionales (16,5 millones), contingencias (20,2), costes de asesoría y actos jurídicos (9,8 millones), gastos financieros (19,1) y un fondo de reserva de la deuda (10,1 millones) para alcanzar esos 262 millones anunciados por Haro.
¿Cómo se paga?
¿Y cómo se paga esto? El proyecto es un Project Finance, es decir, que los ingresos extra que genere con respecto al anterior estadio permitirán, según los estudios del club, pagar la deuda y sus intereses e incluso generar un remanente.
En el Betis estiman que el estadio, una vez concluido, podrá generar entre 20 y 25 millones de euros de ingresos, lo que quiere decir que pasarán más de 10 años hasta que la obra esté amortizada. El aforo se reduce respecto a La Cartuja, apostándose por más palcos VIPS. Mientras los resultados acompañen y el estado de felicidad reine habrá quien pague por ver ganar a su equipo, pero nadie va a pagar para no ver ganar tanto como ahora. Eso sí, el socio raso no fallará y la obra del estadio apenas ampliará su aforo en unos 5.000 asientos hasta los poco más de 60.000, cuando hay lista de espera en la modalidad Soy bético.
La idea de la directiva es que el estadio se autofinancie. La obra hay que pagarla y sólo 15 millones de esos 262 se usarán de los fondos CVC. El aumento de las plazas VIP, el área de hospitality, las zonas de restauración, el aumento del tour y el museo, la mayor superficie de la tienda oficial y nuevos espacios para la celebración de eventos (la ventana de los conciertos sólo se contempla para el mes de junio) son una de las patas de un banco que podría completarse con el naming del estadio si se llegase a un acuerdo y la explotación y comercialización del edificio anexo.
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