La Virgen de Gracia y Esperanza de San Roque, más de barrio que nunca

El sol bañaba la torre de la Parroquia de San Roque cuando se abrían las puertas del templo, a las 18:00. Multitud de cofrades se daban cita este 12 de octubre en la Plaza de Carmen Benítez, para acompañar a la imagen de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza en los primeros metros de su procesión extraordinaria. Con esta salida se conmemoraban los 75 años de su coronación popular, en 1947, por parte del cardenal Segura, así como el 25 aniversario del reconocimiento canónico de la misma, en 1997, por mediación del cardenal Amigo Vallejo.

Antes, a las 12:00, tuvo lugar una misa solemne presidida y predicada por el arzobispo emérito de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina, durante la que se bendijo la remozada corona, labrada por Emilio García Armenta tras el hurto de la anterior presea, en 1946. Aprovechando esta doble efeméride, el taller de Orfebrería Ramos ha enriquecido la corona, labrando su parte trasera, que se encontraba sin realizar.

El paso se aproximaba al arco de medio punto de la puerta principal del templo, al filo de las 18:30, mientras que la Banda de Cornetas y Tambores de 'Esencia' anunciaba la llegada del cortejo por la calle Recaredo, estrenando la marcha Donde reina la Gracia y la Esperanza, compuesta por Pedro Pacheco. El director de esta formación musical, Enrique León, entregó la partitura enmarcada al hermano mayor de San Roque, Alfonso Medina de la Vega, en presencia del autor de la obra.

La cruz de guía iba seguida de casi dos centenares de hermanos con cirio, además de una veintena de hermandades invitadas, representadas con sus estandartes y hermanos mayores. La voz de Manuel Villanueva daba las indicaciones para poner a la Dolorosa de Fernández Andés en la calle, sonando seguidamente la Banda de Música de la Cruz Roja de Sevilla.

El la presidencial del paso estuvieron presentes el teniente de alcalde y delegado de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera; el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Marcelino Manzano; el párroco y director espiritual de San Roque, Ramón Darío Valdivia; el vicepresidente del Consejo de Hermandades, José Roda Peña; y el secretario de dicha institución, José Carretero, entre otras autoridades.

El brillo de la candelería, completamente encendida gracias al arduo y profesional trabajo de la saga de los Santizo, iba ganando el pulso a las luces de esta tarde otoñal de agradables temperaturas con algunas nubes altas. En los primeros metros del recorrido se produjo el habitual encuentro con su hermandad vecina, la de los Negritos, a las puertas de la Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles. Allí sonó la marcha de Pedro Morales, Virgen de los Negritos.

Colgaduras, guirnaldas con flores de papel y lluvias de pétalos. Se vivieron momentos especiales a las puertas del Instituto de las Hermanas Trinitarias, en la calle Padre Méndez Casariego, donde sonó Encarnación Coronada y se retiraron las representaciones; también en la calle Virgen de Gracia y Esperanza, donde se encuentra la casa de hermandad de esta cofradía del Domingo de Ramos, ya en el tramo final de la procesión.

La Virgen visitó a numerosas familias de la collación de San Roque, en esta procesión de más de cinco horas que tuvo un carácter asistencial. Algunos hermanos se ofrecieron a ayudar a quienes tuviesen problemas de movilidad, a fin de acercarlos al paso para que pudiesen contemplar el semblante sereno de esta elegante Dolorosa.

Un ramillete de flores portaba la Virgen en su mano derecha, vestida por José Antonio Grande de León, en lugar del habitual pañuelo. Sobre su pecho lucía el escudo de la hermandad y la Medalla de Sevilla, con pocas joyas sobre la blancura de las blondas de su tocado. El palio iba exornado con mini calas blancas y lleno de flores de cera rizada en su candelería.

Mucho público durante las cinco horas que estuvo en la calle la Virgen de Gracia y Esperanza. A las 23:00, cumpliendo los horarios previstos, se puso fin a la procesión extraordinaria. Ya en el interior del templo se rezó la Salve Regina a las plantas de la Virgen, poniendo fin a una jornada histórica para todos los hermanos de esta cofradía y para la feligresía de San Roque.

Hubo otras tres hermandades que realizaron su procesión este miércoles, Día de la Hispanidad. La Virgen del Rosario de los Humeros, la Virgen del Pilar de San Pedro y la Madre de Dios del Rosario de Santa Ana. Además, el Gran Poder puso el cartel de "no hay billetes" en la Plaza de Toros de Sevilla, que se llenó hasta la bandera para el exitoso festival benéfico a favor de su bolsa de caridad.