La Fototeca de Martín Cartaya

Traslado en la Anunciación

  • Los sones de la marcha de Vicente Gómez Zarzuela al órgano siempre suenan solemnes, pero nunca tanto como en ese momento 

La Virgen del Valle es trasladada a su paso.

La Virgen del Valle es trasladada a su paso. / Jesús Martín Cartaya

Las tradiciones están para cumplirlas y más en una hermandad como el Valle, muy apegada a la tradición. Que hay que mantener una función principal a mediodía de una jornada laborable; se mantiene y no pasa nada, para eso es Viernes de Dolores, día antaño muy importante en el calendario cofradiero sevillano, en el cual numerosas hermandades de gran raigambre histórica celebraban sus principales cultos de regla. 

Una de las estampas del Viernes de Dolores: la Virgen del Valle ha bajado de su altar de cultos y es trasladada a su paso. Una de las estampas del Viernes de Dolores: la Virgen del Valle ha bajado de su altar de cultos y es trasladada a su paso.

Una de las estampas del Viernes de Dolores: la Virgen del Valle ha bajado de su altar de cultos y es trasladada a su paso. / Jesús Martín Cartaya

Cita obligada a medianoche en la iglesia de la Anunciación para presenciar el traslado de la Virgen del Valle a su palio tras descender de su fastuoso altar, después de una jornada hispalense pródiga en besamanos, besapiés, veneraciones y traslaciones. Los sones de la marcha de Vicente Gómez Zarzuela al órgano siempre suenan solemnes, pero nunca tanto como en ese momento.  

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