La Macarena será retirada del culto en la segunda quincena de agosto

La Virgen de la Esperanza será retirada del culto en la segunda quincena de agosto. Aunque aún no hay una fecha exacta, es el intervalo temporal que baraja la Hermandad de la Macarena después de haber recibido un contundente apoyo en el cabildo del pasado martes para que la dolorosa sea restaurada de nuevo. Una intervención que acometerá Pedro Manzano y que contará con la tutela del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) y la supervisón de dos comisiones de seguimiento.

La intención de la corporación de la Madrugada es que estos trabajos empiecen "cuanto antes", aunque para ello requieren de dos premisas: el permiso del Arzobispado para llevar a cabo la restauración y la disponibilidad del profesional que se pondrá al frente de ella, Pedro Manzano. El restaurador expuso en el cabildo que la intervención tardará, como mínimo, tres meses, siempre que se logren los objetivos propuestos. De comenzar a mediados de agosto, y si se cumple tal requisito, la sagrada imagen se repondría al culto antes de las elecciones a hermano mayor, previstas para el próximo mes de noviembre. El actual dirigente, José Antonio Fernández Cabrero, ya descartó en el cabildo que vaya a solicitar prórroga del actual mandato.

La restauración se acometerá en las dependencias de la basílica, como ya se hizo en las últimas practicadas por el taller de los Arquillo. La sagrada imagen sólo abandonaría el templo macareno, de manera extraordinaria, si fueran necesarias nuevas pruebas diagnósticas, como sugirió el propio Manzano durante su explicación en el cabildo, que duró siete horas y concluyó a las 3:45.

Las claves del cabildo

Esta nueva intervención salió adelante tras un importante apoyo de los casi 1.500 hermanos que ejercieron su derecho al voto. Casi mil síes frente a menos de 500 noes. Prácticamente el doble de apoyos afirmativos. Un resultado que obedece, en buena medida, a la brillante exposición que hizo el representante del IAPH, José Luis Gómez Villa, así como la del restaurador Pedro Manzano. Ambos fueron ovacionados al concluir sus discursos.

En el caso del ente autonómico, se recordó que la sagrada imagen permaneció 15 horas en las intalaciones del antiguo monasterio de la Cartuja para ser sometida a un riguroso análisis. En dicho estudio se observó "un recrecimiento volumétrico en los párpados superior e inferior", lo que "altera" la mirada de la Virgen. También se mencionan "irregularidades" en la aplicación del barniz y la policromía, especialmente en nariz, labios, mejillas y manos, así como un posible ataque de xilófagos. Se detectó una grieta en la mejilla izquierda que le recorre toda la cara. Manzano, por su parte, propone retirar la fijación de policromía y los "reintegrados" de los Arquillo, así como una limpieza "consensuada" con la comisión de seguimiento, recuperar la tonalidad cromática de la imagen y reponer lágrimas y pestañas.

La revelación de estos datos inclinó claramente la balanza de los votos al sí. Dos intervenciones de profesionales que despejaron las dudas que muchos macarenos tenían, especialmente tras el dudoso resultado de la intervención practicada por el taller de los Arquillo el pasado junio, que desembocó en una de las mayores crisis sufrida por la hermandad. También contribuyó al importante apoyo conocer los integrantes de las dos comisiones de expertos que se crearán para supervisar la nueva restauración, profesionales de acreditada solvencia que aportan gran confianza a este proyecto .

Dos ausencias

Comisiones en las que no aparecen dos nombres. El de Fuensanta de la Paz, que inspeccionó, junto a Pedro Manzano, la Virgen de la Esperanza el lunes 23 de junio, durante la veneración extraordinaria tras la polémica intervención. Fue la profesional que restauró a la Virgen del Rocío, patrona de Almonte, en 2024. Tampoco forma parte de estos grupos de seguimiento y trabajo Carlos Peñuela, conservador de la Hermandad de la Macarena y quien dirigió las labores de urgencia que hubo que acometer el fin de semana del 21 y 22 de junio a raíz del importante cambio de aspecto que presentaba el rostro de la dolorosa.

Tras el resulado del cabildo del martes, la corporación tramitará el permiso del Arzobispado para acometer la restauración. Fuentes de la hermandad indican que el deseo es que "comience cuanto antes", para lo que también se ha de contemplar "la disponibilidad del restaurador". Con todo ello, se baraja la segunda quincena de agosto como la época en la que la dolorosa de devoción universal será retirada del culto, por un periodo mínimo de tres meses. Si se logran los objetivos fijados, la Virgen de la Esperanza podría contemplarse de nuevo en noviembre, mes electoral en el Arco.