Triunfo de los sevillistas en el retorno del público al completo al Ramón Sánchez-Pizjuán. Los nervionenses se impusieron a contraestilo para el método de Julen Lopetegui, con un marcador inusual de 5-3, y destacaron en sus filas varios hombres, sobre todo Munir, por lo inusual de que esté en la alineación, y también Óliver Torres con su golazo de volea.

Munir | Con su capacidad para el gol, es más difícil es explicarlo todo

Titularidad después de mucho tiempo para el hispano-marroquí y después de comprobar su rendimiento sobre el césped más difícil es hallar una explicación coherente para su situación dentro de la plantilla. Munir es uno de los futbolistas con más gol del elenco de sevillistas, que no son muchos con esa habilidad, y en lo referente al trabajo sobre el césped, que es lo que pueden analizar el resto de los mortales, es incomprensible que no tenga mucho más protagonismo.

Fernando | Lo que no puede evitar son los regalos propios, fue providencial arriba

Fernando pelea por un balón aéreo.

El veterano centrocampista brasileño siempre es una garantía para equilibrar al equipo y esta vez también lo fue, entre otras cosas porque tuvo la ayuda de Delaney para ello. Pero lo que no puede evitar es que Dmitrovic y Diego Carlos improvisen regalando goles. Imposible llegar a vaticinarlo. Providencial con el 5-3.

Óliver Torres | La volea fue muy parecida a la de Van Basten

Óliver Torres trata de regatear a Radoja.

El extremeño marcó uno de los goles que podrá mostrar a las generaciones posteriores de su familia. Augustinsson le puso el balón en el sitio justo y enganchó una volea que recordó en la ejecución a la famosa de Van Basten contra Dassaev. La diferencia es que salió mucho más fuerte y recta, sin tanta comba hacia arriba.

Augustinsson | A balón parado es un dolor de cabeza

Augustinsson intenta frenar un avance de De Frutos.

Segunda oportunidad para que el sueco figurara en el once inicial del Sevilla y en esta ocasión subió varios enteros en su actuación. Estuvo muy correcto en el juego dinámico, con incorporaciones al ataque y centros, pero, sobre todo, en los balones parados es un dolor para los defensores. Balones tensos y precisos.