Sevilla FC

Los 'regates' de los partes médicos

Ocampos y Vaclík, atendidos por uno de los fisios.

Ocampos y Vaclík, atendidos por uno de los fisios. / Juan Carlos Vázquez

En el fútbol actual cualquier detalle, por mínimo que sea, puede decidir un partido. Por eso, los departamentos médico y de comunicación, bajo las directrices de la dirección deportiva, se alían para beneficiar lo máximo posible a los intereses del equipo, pues, no en vano, todos sabemos que hay mucho en juego deportiva y económicamente.

Los entrenamientos a puerta cerrada son algo ya común y aceptado en todos los clubes, que desde hace tiempo, también amparándose en la ley de protección de datos, tratan de ocultar lo máximo posible las lesiones de los futbolistas, tratamientos, plazos de recuperación e, incluso, si entrenan o no entrenan con el grupo.

Si hace unos años en los partes médicos era común leer lesiones como “elongamiento”, “rotura”, “microrrotura” o simple “sobrecarga” en el plano muscular, ahora no hay especificaciones y todo es una lesión o “daño muscular”.

El objeto es jugar al despiste, no dar pistas a los rivales sobre a qué partido podría llegar a tiempo y provocar la incertidumbre.

En esta misma semana el Sevilla, que lleva tiempo sin dar a conocer qué lesiones han tenido Suso o Idrissi (porque las han sufrido en entrenamientos y no en partidos a la vista de todos), y en la que En-Nesyri se marchó con Marruecos lesionado pero sin saberse de qué, el club está añadiendo nebulosa a las dolencias de Jesús Navas y Marcos Acuña, ambos lesionados muscularmente en el partido ante el Osasuna. El jugador internacional español se retiró con dolor en el aductor en el descanso como resultado de la acumulación de esfuerzos cuando llevaba, además, varios partidos con sobrecarga en esa zona. Mientras, el argentino era cambiado antes al sentir un pinchazo en la parte posterior del muslo al centrar con su pierna izquierda.

Jesús Navas estaba pendiente de pruebas médicas cuyos resultados, por supuesto el club no ha revelado, aunque al parecer, han descartado una lesión grave, según se desprende de las palabras de Monchi. La duda es si Lopetegui lo forzará de nuevo o lo hará parar. No obstante, el director general deportivo, que canaliza y gestiona toda la información que sale de la ciudad deportiva y, por ende, de la enfermería, justifica estas prácticas de desinformación. “A veces hay que comprender que el exceso de información puede ser una ventaja para los rivales, tenemos que jugar nuestras cartas. En un mundo tan globalizado llega al segundo a cualquier rincón del mundo. Si a veces no damos la información, es porque no es algo grave. Pero fuimos de los primeros en dar luz a los positivos (de coronavirus)”, admite el ex guardameta. “En el caso de Jesús jugamos con los tiempos. Está progresando bien, igual que Acuña y vamos a ver cómo va el trabajo de esta semana para concretar al máximo cuando sería la reaparición. Estamos ante un profesional como la copa de un pino y no hay que asustarse”, expresó el de San Fernando en una entrevista en el canal 7TV.

Jesús Navas, que fue desconvocado por Luis Enrique para los tres partidos de España ante Países Bajos, Suiza y Alemania, sigue al margen del grupo y no parece probable que pueda estar ante el Celta el sábado. En su lugar Lopetegui tendrá que optar por otra solución, como la opción de Koundé en el lateral derecho o el debut de Aleix Vidal.

Más curioso en todo este asunto es el caso de Marcos Acuña. El Sevilla informó, cuando reveló que Jesús Navas tenía una lesión, que lo del argentino era algo más leve. Se ha filtrado que el jugador tiene una lesión antigua y que existe un protocolo por el que el futbolista decide cuándo parar a raíz de ciertas molestias. Ya le ocurrió en la última concentración con Argentina, cuando se retiró con la misma lesión durante un partido.

Pero, según avisó ElDesmarque ayer, Acuña apareció en un vídeo de una historia publicada por la cuenta oficial del Sevilla en Instagram tocando balón en un rondo junto a varios compañeros, imágenes que horas después desaparecieron. Sin duda, una información que se escapó y que no interesaba hacer pública. Misterios del nuevo fútbol... y del nuevo periodismo.

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