Este Sevilla necesita meter cinco goles todos los partidos para ganar (3-2)
La crónica
Los nervionenses llegaron a igualar un 2-0 con un golazo de Lukébakio y otro buen gol de Agoumé, pero su endeblez defensiva los condenó
La manifiesta superioridad del Athletic sobre los sevillistas empezó a plasmarse a partir de unos penaltis que en un área sí son cobrados y en la otra ni se examinan
Así hemos contado el Athletic 3-2 Sevilla
Primera derrota del Sevilla Fútbol Club en el torneo liguero 25-26, pero, al parecer, no debe tener mayor trascendencia. Eso, más o menos, dijo Antonio Cordón en la rueda de prensa de presentación de Vlachodimos, que tampoco estuvo en el Nuevo San Mamés. Pues su Sevilla, el Sevilla que se perpetra mientras José María del Nido Carrasco y José Castro garantizan su onerosa soldada, se plantó en San Mamés sin ninguno de sus fichajes y con las manitas juntas, pero hasta llegó a pelear el partido hasta los últimos minutos después de haber sido capaz de empatar incluso un dos a cero con un golazo espectacular de Lukébakio y otro buen disparo de Agoumé. Pero ni siquiera eso, marcar dos goles en el Nuevo San Mamés, iba a ser suficiente con la endeblez defensiva de los blancos, que concedieron un tercero en una cadena de errores que empieza en un control de Sow, sigue con la mala colocación de Gudelj para tirar el fuera de juego y continúa con la permisividad de Kike Salas al tapar a Nico Williams en la línea de fondo.
El Sevilla, pese a esas dádivas en la línea de atrás, sí iba a caer con cierto honor, aunque eso pertenezca a la literatura de los equipos pequeños. Esta plantilla que defiende la fe balompédica nervionense lo es a 17 de agosto y ya se verá cómo acaba de ser confeccionado de aquí al 1 de septiembre. Pero plantarse en San Mamés con una defensa compuesta por Juanlu, Castrín, Kike Salas y José Ángel, sin sus dos supuestos líderes, Badé y Suazo, es opositar con todas las de la ley a una derrota. Así fue a pesar de los aciertos ofensivos y un notable juego de ataque cuando se vio obligado a igualar ese dos a cero que ya lo lastraba en el intermedio.
Para que todo se pusiera tan cuesta arriba fue trascendente una doble decisión de Francisco José Hernández, Maeso por el segundo apellido que ahora le suprimen para que nada cambie, que se encargó de decantar el choque hacia el más fuerte, hacia un Athletic Club teóricamente a años luz de esta plantilla sevillista.
Eso es una verdad indiscutible, pero igualmente también lo es que hasta que Hernández Maeso considera como penalti ese supuesto derribo de Juanlu a Nico Williams, todas las mejores ocasiones de adelantarse eran para la escuadra entrenada por Matías Almeyda. Akor Adams le dio un buen susto a Unai Simón (5’); Vivian tocaba con su rodilla la rodilla de Idumbo después de una cacha dentro del área, pero ahí no se estima como derribo (20’); un centro de Lukébakio que dejaba solo a Idumbo (20’) y se estrella en el poste tras desviarlo Jauregizar; y hasta un gol anulado con justicia a Akor Adams (28’).
El Sevilla, con el estilo que impone Almeyda de pares desde el centro del campo, era aparentemente inferior, pero lo cierto es que lo poco que se generaba con peligro le pertenecía. Hasta que Hernández Maeso sí consideraba como penalti lo que antes no llegó a examinar. Un toque de Juanlu a Nico Williams que ni siquiera queda claro con qué superficie del cuerpo se produce, el maravilloso extremo lo siente y se deja caer mucho después. Eso sí es penalti para el extremeño y después de su transformación ya nada iba a ser igual en el primer periodo para los sevillistas.
Porque poco después otra acción aislada del propio Nico Williams acaba con un disparo camino de ninguna parte que toca en Castrín y se convierte en un maravilloso pase de gol para Sannadi, que sólo tiene que empujarlo a la red.
En el intermedio ni el más forofo de los sevillistas podía dar ni un solo euro por las opciones de su equipo en el Nuevo San Mamés. Menos aún cuando vuelven a aparecer las facilidades defensivas para que en otra concatenación de rebotes Nico Williams remate con toda la portería para él al poste (50’).
Pero el fútbol tiene explicaciones complicadas y todo iba a sufrir una metamorfosis absoluta. El Sevilla, que había apostado por Ejuke en el inicio del segundo periodo en el lugar del joven Idumbo, comenzó a tocar el balón en el centro del campo, el Athletic daba un paso atrás y el dominio cambiaba de bando de manera absoluta. Los sevillistas se gustaban incluso en las combinaciones y comenzaban a jugar más cerca de Unai Simón. El primero en avisar sería Gudelj con un disparo dentro del área que repelía como podía el guardameta internacional en el minuto 56.
Fue el preámbulo del golazo de la tarde en la Catedral. Un disparo de rosca de Lukébakio desde la frontal del área que se fue al poste por dentro para entrar en la portería local de manera espectacular (60’). Fue uno de esos tantos por los que merece la pena pagar una entrada incluso.
Después llegaría una sucesión de aproximaciones sevillistas. Otro disparo de Akor Adams repelido por Unai Simón (63’); una gran jugada de Ejuke en la que se le va el disparo por muy poco (65’); otra acción en la que Akor Adams se revuelve para fallar un gol hecho tras un maravilloso control de Lukébakio (66’); y, por último, un paradón de Unai Simón a José Ángel con calzo posterior a Sow (70’).
Fueron los numerosos avisos antes del empate en un excelente golpeo con la izquierda de Agoumé (71’). El Sevilla había sido capaz de emparejar el litigio, pero restaba mucho tiempo, demasiado, por delante para las facilidades defensivas que conceden los blancos.
El lógico paso adelante del Athletic acabaría por ser decisivo en una acción sin aparente peligro que es pésimamente defendida por los blancos. Todo empieza cuando José Ángel va a presionar en solitario a Unai Simón, la patada arriba de éste es mal controlada por Sow y el lógico pase hacia la derecha, donde no estaba el lateral izquierdo por su presión inútil al portero rival, pilla a Gudelj un paso por detrás de lo que debe estar para provocar el fuera de juego. Nico controla, se va de Kike Salas con facilidad y otra vez por debajo en el marcador, 3-2.
El Sevilla lo seguiría intentando, pero ya no tendría aproximaciones peligrosas con la excepción de un mal tiro de Isaac (96’). Se cumplieron, por tanto, las previsiones. Primera derrota y a esperar a que llegue el 1 de septiembre para saber si la defensa, el sistema defensivo, será algo más sólido. Si no es así, los problemas están garantizados con tantas facilidades atrás.
Ficha técnica
- Ficha técnica:
3 - Athletic: Unai Simón; Areso (Gorosabel, m.83), Vivian, Paredes, Yuri; Galarreta (Vesga, m.77), Jauregizar; Iñaki Williams, Berenguer (Navarro, m.66), Nico Williams (Rego, m.83); y Maroan Sannadi (Guruzeta, m.66).
2 - Sevilla FC: Nyland; Juanlu, Castrín (Januzaj, m.71), Kike Salas, Carmona; Gudelj (Marcao,m.82), Agoumé; Lukebakio, Sow (Isaac, m.87), Idumbo (Ejuke, m.46); y Akor Adams.
Goles: 1-0 (36’) Nico Williams transforma un dudoso penalti de Juanlu sobre él mismo. 2-0 (43’) Sannadi empuja a puerta vacía un balón rebotado en Castrín tras un disparo de Nico Williams. 2-1 (60’) Lukébakio lanza un disparo de rosca con la izquierda desde fuera del área y entra tras tocar en el poste. 2-2 (71’) Agoumé remata con la izquierda en el borde del área tras jugada de Juanlu y toque de Akor Adams. 3-2 (81’) Robert Navarro remata en semifallo un pase de Nico Williams tras un error de Sow.
Árbitro: Francisco José Hernández Maeso (Comité Extremeño). Mostró tarjeta amarilla a los locales, y a los visitantes Castrín (m.6), Agoumé (m.37).
Incidencias: Partido de la primera jornada de LaLiga EA Sports 2025-2026 disputado en San Mamés ante 49.134 espectadores, entre ellos en torno a un millar de seguidores visitantes. Durante el partido la afición local rindió homenaje al socio número 1 del club bilbaíno, José Antonio Virumbrales, fallecido esta semana a los 99 años de edad y con 86 años de socio.
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