14.000 macarenos eligen hermano mayor en las elecciones más inciertas
José Luis Notario, Fernando Fernández Cabezuelo y Pedro Ignacio García encabezan las tres candidaturas que optan regir el destino de la hermandad en los próximo cuatro años
Agenda cofradiera del último fin de semana de noviembre
La Hermandad de la Macarena celebra este domingo su cabildo general ordinario de elecciones más incierto con tres candidaturas en liza y con la Virgen de la Esperanza retirada del culto por su restauración. Los hermanos José Luis Notario, Fernando Fernández Cabezuelo y Pedro Ignacio García Rivero optan a hacerse con la vara de las capillas. La campaña electoral y las elecciones han estado marcadas inevitablemente por la polémica intervención en la Virgen de la Esperanza, acometida a principios del pasado verano, y la restauración posterior que desarrolla Pedro Manzano. De hecho, será la primera vez que el resultado se proclame en la basílica sin que la Virgen de la Esperanza se encuentre en su camarín.
Están convocados a ejercer su derecho a voto un total de 13.969 hermanos de la corporación de la Madrugada. Son aquellos que cumplen los requisitos indispensables para votar, como ser mayor de edad y contar con, al menos, un año de antigüedad en la hermandad.
El horario de las votaciones, que serán en la basílica como es costumbre, se extenderá desde las 10:00 hasta las 20:00. A las 20:00, las puertas del atrio de la Basílica se cerrarán, y solo podrán votar aquellos que se encuentren esperando su turno en ese momento.
Para garantizar un proceso ágil y cómodo, la hermandad dispondrá 12 mesas con 12 urnas dentro de la basílica, las cuales estarán organizadas en función de los apellidos de los hermanos. Adicionalmente, se instalarán 4 cabinas para asegurar la privacidad de la elección de las papeletas de voto.
Los votantes deberán identificarse ante la mesa presentando DNI, NIE, pasaporte y/o carné de conducir. Es crucial que estos documentos sean físicos y originales, ya que no se permitirá su presentación en formato electrónico ni en fotocopias. La fecha de caducidad de los documentos físicos no será relevante.
Cada mesa electoral estará compuesta por un presidente (nombrado por la autoridad eclesiástica), un secretario (nombrado por la junta de gobierno) y tres interventores (uno por cada candidatura). También habrá un interventor general (nombrado por la junta de gobierno) y tres interventores, uno por cada una de las tres candidaturas que se presentan.
Una vez finalizadas las votaciones presenciales, se procederá a incluir los votos por correo en las urnas. A continuación, se realizará el recuento a puerta cerrada. Tras sumar los escrutinios de todas las mesas, el secretario de Nuestra Señora de la Esperanza levantará el acta oficial de los resultados, los cuales serán proclamados públicamente en la basílica. Se espera que esto se produzca en torno a las 22:30 o 23:00, como ha sucedido en las últimas ocasiones.
La hermandad, en un comunicado, ha rogado encarecidamente a los hermanos que estén presentes en la basílica durante la lectura del resultado que mantengan un comportamiento acorde al lugar sagrado en el que se encuentran.
Muchos eslóganes y proyectos
Desde hace años, las elecciones de las hermandades se asimilan cada vez más a una campaña política y la Macarena, por supuesto, también es punta de lanza de ello. Con equipos de comunicación, presentaciones, encuentros con los medios, muchas notas de prensa y un sinfín de publicaciones y eslóganes difundidos en redes sociales.
Como es la tónica habitual de los últimos años en la Hermandad de la Macarena, los comicios se producen con varias candidaturas en liza. Tras los dos mandatos de Juan Ruiz Cárdenas, siempre ha habido más de un candidato. Manuel García y Juan José Morillas en 2009; Manuel García y Agustín Bello-Conde, en 2013; Santiago Álvarez Ortega y José Antonio Fernández Cabrero, en 2017; y repetición de estos dos últimos en los pasados comicios de 2021.
Como se suele decir en la Macarena, el proceso electoral comienza cuando los cuatro zancos del paso de palio de la Virgen de la Esperanza se posan en el mármol de la basílica tras la estación de penitencia de la Madrugada. Así ha sido. Pero en esta ocasión ha habido un hecho determinante que lo ha condicionado todo: la intervención en la Virgen de la Esperanza.
Tras la polémica actuación del profesor Arquillo se desató una especie de guerra civil interna que se llevó por delante, por ejemplo, la candidatura del que en los últimos años había sido teniente de hermano mayor: Eduardo Dávila Miura. Por acción o por omisión, muchos macarenos pensaban que los miembros de la junta de gobierno eran responsables de lo sucedido. El noble gesto de Dávila Miura, esperando un momento más idóneo para ser hermano mayor, dejó como único candidato dentro de la junta a José Luis Notario Rocha, consiliario segundo responsable de cultos, acólitos, coral, escolanía y ropero.
Notario no sólo no dio un paso a un lado, sino que ha enarbolado la bandera de la continuidad, eso sí, marcando cierta distancia. Así lo afirmaba recientemente en la entrevista realizada en Macarena TV: "Me presento por responsabilidad después de 12 años en la junta. Planteo un modelo que evoluciona la senda emprendida en los últimos ocho años".
En la candidatura, cuyo lema es Simplemente Macarenos, se integran otros miembros de la actual junta de gobierno. Es el caso de Alberto Pérez, actual diputado mayor de gobierno, que va de teniente de hermano mayor; o Francisco Castilla, secretario de la Esperanza que opta a consiliario cuarto (vida de hermandad).
Además de esta candidatura emanada de la junta de gobierno, se presentan otras dos encabezadas por Pedro Ignacio García Rivero y Fernando Fernández Cabezuelo. Ambos cuentan con un amplio bagaje en juntas de gobierno. De hecho, coincidieron como oficiales en la primera junta de Manuel García. También coincidieron Cabezuelo y Notario en el segundo mandato de García.
Fernando Fernández Cabezuelo ha destacado durante estas semanas su profunda conexión familiar y su experiencia previa en la junta de gobierno. Cabezuelo, con el lema La hermandad que quieres, Cabe afirma sin tapujos que es la única opción rupturista con la gestión de los últimos años. Propone un proyecto ambicioso centrado en "devolver la excelencia y el compromiso", afirmando la necesidad de un "cambio real" en la dirección de la corporación. Sus principales plataformas incluyen la creación de la Casa de la Esperanza, un vasto programa de acción social orientado a la comunidad, y una gestión rigurosa del patrimonio que garantice la conservación de los titulares. Además, busca fortalecer la vida de hermandad mediante actividades formativas y espacios de convivencia que promuevan la unidad. La filosofía central de su campaña es situar al "hermano en el centro" de la institución, asegurando que la junta de gobierno mantenga una cercanía y transparencia con todos los miembros.
Pedro García Rivero también ha resaltado su amplia trayectoria dentro de la cofradía, donde ha servido como "hermano de cuna" y ha desempeñado múltiples mandatos, como prioste, supervisando la restauración de importantes bienes patrimoniales. Bajo el lema Vuelta a la Esperanza, su principal reto es "recuperar la confianza y la unidad" de los hermanos, la cual se ha visto afectada tras la reciente y fallida intervención a la Virgen de la Esperanza. García Rivero asegura que la suya "no es una candidatura continuista", ya que ninguno de sus miembros ha formado parte de la actual junta de gobierno; aunque tampoco la define como "rupturista". La candidatura prioriza la "salvaguarda y conservación del patrimonio", proponiendo la formación de una comisión permanente de expertos y la búsqueda de un nuevo local para la banda de la Centuria. Además, su equipo aspira a construir una hermandad fraterna, abierta, sensata y responsable que se enfoque en los fines principales de culto, formación y caridad.
José Luis Notario establece su candidatura describiendo su "larga trayectoria de servicio en la hermandad", que abarca más de veinticinco años y numerosas responsabilidades de gobierno, incluyendo Mayordomo y Fiscal. Su principal objetivo es promover la integración y participación activa de los hermanos, para lo cual planea crear nuevos oficiales dedicados exclusivamente a la acogida y seguimiento de los miembros. En el ámbito social, propone la Misión permanente de la Esperanza, un ambicioso proyecto de caridad a cuatro años para asistir a las zonas más necesitadas del barrio, movilizando una red significativa de voluntarios de la hermandad. Respecto a la organización, la candidatura defiende su probado modelo de cofradía eficaz y seguro que garantiza la dignidad del cortejo ante un crecimiento proyectado de hasta 6.000 nazarenos, rechazando cualquier intento de limitar la participación. Además, la gestión patrimonial se enfocará en un concepto de patrimonio sostenible, priorizando mejoras en la basílica y, a largo plazo, la recuperación del histórico palio rojo como tributo a Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
La Hermandad de la Macarena afronta de este modo sus elecciones más inciertas con la vuelta de la Virgen de la Esperanza ya muy cerca. Hay nervios y partido.
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