De un Ejuke que amaga hasta para sacar de centro y no lo hace ante el portero a un Akor Adams que dejó unas sensaciones pobrísimas

Nueva derrota sevillista al calor de su afición y otra decepción más cuando llega la posibilidad de sumar el segundo triunfo consecutivo en esta Liga. El equipo de García Pimienta volvió a fallar por culpa de un error propio, aunque tampoco tuvo el nivel suficiente para ganar.

Ejuke | Caracolea hasta que se queda solo ante el portero

No jugó un mal partido en líneas generales, pero tuvo dos detalles concretos que afearon bastante su actuación global. Un futbolista como él, que amaga hasta para sacar de centro, no puede disparar al muñeco como lo hizo cuando Lukébakio lo dejó absolutamente solo delante de Unai Simón. Y las dos veces en las que se tiró sin buscar el disparo...

Nyland | Pese al error inicial había salvado a los suyos de una derrota segura

Tuvo un error nada más comenzar el partido cuando se le escapó el balón de las manos por un amago, tal vez irregular, de Iñaki Williams y toco después fuera del área. Ahí disparó Berenguer al larguero, después se luciría al pararle el penalti a Mikel Vesga e incluso le hizo un paradón impresionante a Iñaki Williams justo antes de un gol en el que está completamente vendido ante la impericia de sus compañeros a la hora de protegerlo. Debió quedarse con ganas de darle un cosqui a alguien por defender así.

Akor Adams | Minutos para pensar cosas malas de su nivel

García Pimienta lo metió en el campo un minuto antes del gol de Yeray, donde por cierto sale en la foto cerca del rematador. Pero lo peor no fue eso sino las sensaciones que transmitió con posterioridad. Casi siempre estaba en fuera de juego y tuvo problemas para mantener la verticalidad cuando se le acercaba el balón.

José Ángel | Un defensa no puede fallar en eso, rompiendo la línea así

Su rendimiento es muy irregular, sobre todo porque parece incapaz de enlazar dos acciones consecutivas de forma positiva. Da la sensación de que cuando hace una se viene arriba y sufre una desconcentración en la siguiente para regalarle el balón al rival. Pero lo peor esta vez fue su colocación, junto a Juanlu, cuando Álex Berenguer lanza la falta del gol. Estaban cerca de la línea de gol y rompía cualquier posible fuera de juego del rival. Eso facilitó, sin duda, que Yeray rematara a placer.