Del Mojonero al Jabugo, un repaso a los atracadores históricos de Sevilla

El perfil de los especialistas en los robos con armas de fuego en Sevilla es similar: veteranos, violentos y reincidentes

El Grupo de Atracos ha detenido este verano a tres delincuentes por distintos asaltos en supermercados, hoteles y bancos

En la capital andaluza han operado decenas de atracadores en los últimos años, algunos con finales trágicos

Del Mojonero al Jabugo, un repaso a los atracadores históricos de Sevilla
Del Mojonero al Jabugo, un repaso a los atracadores históricos de Sevilla / Rosell

A finales de la semana pasada coincidieron dos operaciones del Grupo de Atracos de la Policía Nacional en Sevilla, que detuvo a tres atracadores veteranos de la ciudad, que habían estado cometiendo robos con armas de fuego durante el verano. Primero fue detenido Juan Antonio J. C., de 47 años y con 15 antecedentes, que irrumpió armado con una pistola en un hotel de la avenida de Andalucía el 29 de julio. Amenazó de muerte al recepcionista y logró hacerse con 500 euros. Llevaba unas gafas de aumento y una mascarilla para tratar de disimular su identidad.

Cinco días después, intentó robar utilizando el mismo método en una sucursal bancaria de la calle General Ollero, muy cerca del Parque Amate. Ahí fracasó en su intento, pues el banco dispone de unas fuertes medidas de seguridad y los empleados no tenían acceso al dinero. Tuvo que huir sin llevarse nada, aunque quedó grabado por las cámaras de videovigilancia. Dos semanas después, el 18 de agosto, la Policía detuvo como presunto autor de ambos robos con violencia, en la llamada operación Caverna. El sospechoso se había dedicado en el pasado a atracar hoteles y hostales con arma de fuego, hechos por los que fue detenido a mediados de los años 2000. También asaltó gasolineras y bares.

Detenido en Sevilla el atracador de un banco y un hotel. / DGP

Dos días después, en otra operación llevada cabo el sábado 20 de agosto, los agentes del mismo grupo arrestaron a otros dos atracadores históricos de Sevilla, que llevaban desde finales de julio asaltando supermercados con arma de fuego. Uno de los dos delincuentes irrumpía en el local con la pistola mientras el otro esperaba con una moto en marcha. Amenazaban a los cajeros para llevarse el dinero de la caja. Solían cometer los robos a última hora y especialmente los fines de semana.

Ambos tenían bastante experiencia en robos con arma de fuego. El más conocido de ellos es Francisco Javier G. H., de 58 años y apodado el Jabugo. Su compañero es Manuel R. F., de 55, que en el año 2007 asaltó un domicilio con una pistola. Su socio tiene unos cuarenta arrestos anteriores y fue noticia en 2008, cuando la Policía lo detuvo tras 11 asaltos a mano armado en diferentes comercios de Sevilla.

Los atracadores de San Pablo asaltaron siete supermercados en dos semanas / DGP

En aquella ocasión, el Jabugo atracó tres veces una gasolinera de su barrio, irrumpió también en tres farmacias (una de San Pablo, otra de Nervión y otra del Porvenir), dos sucursales bancarias, una oficina de Correos, una peluquería y una clínica veterinaria. Por entonces se movía en bicicleta o en ciclomotor y utilizaba una pistola de color negro para intimidar a los trabajadores de los negocios en los que entraba. Estos atracos se cometieron desde finales de 2007 hasta mediados de 2008, mientras el Jabugo se encontraba en una situación de libertad condicional.

Los atracos a mano armada son una modalidad delictiva muy especializada, y es muy habitual que los delincuentes que se dedican a ellos reincidan en cuanto salen de prisión. Tanto el Jabugo como su socio habían cumplido condenas de diez años de cárcel y no llevaban mucho tiempo libres. Del mismo perfil que estos tres detenidos han operado en Sevilla en los últimos años varios atracadores, que han vivido entrando y saliendo de la cárcel y volviendo a asaltar bancos, supermercados, farmacias o gasolineras en cuanto han recuperado la libertad.

El Demonio

Uno de ellos murió en un tiroteo con la Policía. Se trata de Juan José V. G., conocido como Guajito o el Demonio, apodo que heredó de su hermano, muerto en prisión muchos años atrás. Juan José fue abatido por dos policías locales durante el atracado a un supermercado de Amate, el 23 de julio de 2021. A día de hoy, los dos agentes se encuentran procesados por un juzgado de Sevilla, a pesar de que el atracador abrió fuego primero durante el atraco y de que había incluso un niño pequeño dentro del supermercado.

Juan José V. G. murió joven, a los 36 años, pero llevaba delinquiendo desde que era menor de edad. Junto con su hermano, fundaron la llamada banda del Demonio, un grupo de delincuentes juveniles del barrio de Los Pajaritos que atracó decenas de comercios por toda Sevilla entre finales de los años noventa y los primeros 2000. A los miembros de esta banda se la relacionó con hechos como el asalto al centro de menores de Carmona para liberar a algunos de los adolescentes que estaban internos en él, en noviembre de 2001, o un atraco de película en el Guadalpark, en agosto de 2004.

Atraco en un supermercado del Parque Amate

Luego saldrían otras pandillas juveniles que imitarían a este grupo salvaje, como el de la banda del Rottweiler en el Polígono Norte, que asaltaron una armería del Arenal y se llevaron varias armas de fuego. Los dos hermanos fundadores de la banda del Demonio habían seguido la estela de su padre, un veterano delincuente conocido como el Cogui, miembro de una banda que cometió más de veinte atracos en dos meses, sobre todo en gasolineras, en el año 2002.

En Sevilla hubo otro atraco a un supermercado en el que murió un atracador. Ocurrió en noviembre de 2008, cuando un comisario de la Policía Nacional que se encontraba en el local, ubicado en la Gran Plaza, se vio obligado a abrir fuego contra uno de los asaltantes. El agente también recibió un disparo y resultó herido de gravedad. El atracador, sin embargo, no figuraba entre los delincuentes clásicos dedicados a este tipo de robos y tenía muy pocos antecedentes, aunque unos meses atrás había sido detenido con varias armas de fuego en una parcela de su propiedad.

El Francés

Otro incidente desafortunado fue el ocurrido en San Juan de Aznalfarache a primera hora de la mañana del 25 de mayo de 2012. Dos atracadores que acababan de asaltar una sucursal bancaria se enfrentaron a la Policía Local del municipio, que abrió fuego para detener a los delincuentes. Una bala rebotó y alcanzó a una mujer que esperaba el autobús en una parada cercana. La mujer murió en el acto.

El atraco en el que murió una mujer en San Juan.
El atraco en el que murió una mujer en San Juan. / Antonio Pizarro

Los asaltantes de la sucursal eran dos históricos. Uno de ellos, apodado el Francés por el origen de su madre, había llevado una auténtica vida criminal y había pasado décadas en prisión. Juan Marco Máximo G. J., de 56 años en el momento de los hechos, había comenzado a robar en la década de los ochenta. En julio de 1990 atracó un banco de la plaza de San Lorenzo, donde llegó a disparar a un cliente, si bien no hizo fuego porque falló uno de los cartuchos.

En febrero de 2001 asaltó otra caja de ahorros de María Auxiliadora, y en 2002 otro banco en Nervión. Entre medias, en octubre de 2001, asaltó una casa en Utrera en la que estaban un matrimonio y sus tres hijos. Disparó al dueño de la vivienda, al que reclamaba el dinero y las joyas que había en la misma. Salió de prisión en abril de 2011. Trece meses después, se vio implicado en el atraco de San Juan de Aznalfarache. Ese día le acompañaba el Cateto, un delincuente que tenía detenciones anteriores por robos de coches y malos tratos, pero no era un atracador bregado.

Otro Francés

El Francés comparte apodo con otro atracador, que fue detenido en 2019 por la Policía Local de Sevilla después de que asaltara un bazar chino de la calle Aceituno. Luis S. B., nacido en París en 1961, secuestró en marzo de 1995 a la familia de un representante de joyas. Entró en un domicilio de Nervión en compañía de otro delincuente y retuvo a la mujer del comercial, a sus hijos de 16 y 19 años, a la madre y a una empleada doméstica. Los amenazó con una escopeta recortada y con un estilete.

Por aquellos hechos fue condenado a 11 años de cárcel. Tras cumplir su pena, volvió a atracar. Tiene varias detenciones en su historial por atracos con armas de fuego y sirlas, como se denominan en el argot policial a los robos con violencia a punta de navaja. Uno de sus golpes fue a un perista del Tiro de Línea, al que también asaltó en su domicilio. Algunos de los atracos los cometió con su novia, perteneciente a una familia de delincuentes del Polígono Sur.

En el atraco al bazar chino de este martes le acompañaban otros dos veteranos delincuentes, de 57 y 61 años en el momento de los hechos. Uno de ellos era su cuñado. Iban armados con un revólver y cuchillos. Iban encapuchados y uno de ellos llevaba una chaqueta oficial de la Guardia Civil. Entraron, cerraron la puerta y maniataron al dueño.

El Mojonero

En 2019 volvió a la carga Manuel R. L, conocido como el Mojonero, uno de los pocos atracadores que actúan en solitario en Sevilla. En el momento de su detención, el delincuente, de 57 años, tenía cinco órdenes de detención e ingreso en prisión en vigor. Se encontraba fugado de la cárcel de Huelva, a la que no regresó tras un permiso penitenciario en diciembre de 2018. Desde entonces cometió al menos cuatro atracos en Sevilla. Primero lo intentó en una farmacia de Triana, y fue detenido por ello el 7 de marzo.

Agentes del Grupo de Atracos de Sevilla trasladan al Mojonero, en una imagen de archivo.
Agentes del Grupo de Atracos de Sevilla trasladan al Mojonero, en una imagen de archivo. / DGP

Quedó en libertad por un error judicial y volvió a cometer tres atracos con armas de fuego entre marzo y abril. Asaltó dos bancos y una oficina de Correos. El Grupo de Atracos lo localizó dos días después de su último golpe en la Macarena. Vivía refugiado en un piso de la barriada de Villegas.

Nacido en Barcelona en 1962, el Mojonero entró por primera vez en prisión en el año 1986 y acumuló más de 48 años en condenas. Antes del último arresto, había sido detenido en 2012, cuando se le intervinieron cuatro armas de fuego reales, una pistola eléctrica y más de 108.000 euros en efectivo. Se le imputaron entonces cuatro atracos a bancos, una oficina de correos, un hotel y una farmacia.

Cinco años antes, en 2007, fue apresado tras atracar una entidad bancaria de la avenida de las Ciencias, en Sevilla Este. Cayó cuando se disponía a salir del local, y también se le intervinieron un arma de fuego y ropa para disfrazarse.

El asesino de comerciantes

En los años noventa hubo en Sevilla un atracador, Juan Luis R. G., que asesinó a tres comerciantes en cuyos negocios robó. Ha sido el único asesino en serie de la historia reciente de la ciudad. Cometió los tres crímenes entre diciembre de 1994 y agosto de 1995, aprovechando permisos penitenciarios. Hubo otro atracador que traía dos homicidios a sus espaldas cuando llegó a la ciudad, y aquí se le relacionó con el asesinato de un vigilante de seguridad en el Viso del Alcor, en verano de 2008.

Llegó a ser detenido por ello diez años después del crimen, pero el juez consideró que no había suficientes pruebas y archivó el caso. Lo que sí pudo probarse fue la participación de este delincuente, conocido como Dani el Uruguayo, en el atraco a un camionero, al que hirió de un tiro en la pierna.

Bandas que han actuado esporádicamente ha habido decenas. La del Demonio, la del Rottweiler, la del Ruso, la del Hacha, la de los Madrileños, la del Pesca, la del Gorila y el Chaqueta... Suelen ser grupos muy activos, que atracan un buen número de objetivos hasta que son desarticulados y entran en prisión, y se termina disolviendo. Sus miembros no siempre reinciden.

También hay atracadores que han llegado hasta este delito después de una amplia experiencia en otros ámbitos delictivos. Por ejemplo, el año pasado fueron detenidos tres delincuentes por varios atracos a supermercados. Entre los tres sumaban 129 arrestos y más de 70 años de prisión.

Uno de los atracos cometidos por la banda del Afilador.

Uno de sus miembros era el Afilador, un histórico carterista que frecuenta las zonas monumentales de la ciudad tratando de birlar carteras y bolsos a los turistas, que se pasó al atraco con pistola y cuchillo. Otro era un tironero y sirlero (las sirlas son los robos a punta de navaja) y sólo uno de ellos había tenido un pasado como atracador, tras asaltar once años atrás varias farmacias a punta de pistola.

Sevilla ha sido también escenario de algunas operaciones internacionales contra atracadores que se refugiaron aquí. La Policía constató este mismo mes de agosto la presencia en la ciudad (en una hamburguesería de la Alameda de Hércules) de los dos fugitivos portugueses que fueron finalmente detenidos en Zamora. Años atrás, la Policía detuvo en el asentamiento chabolista del Vacie al Pecas, un atracador portugués que había matado a un policía durante un atraco. Lo arrestó dos veces, una primera tras el tiroteo y otra después, cuando se fugó de la cárcel y regresó al mismo poblado.

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