No nos faltará de nada en el Santo Entierro Grande
No está previsto ningún déficit de capataces, costaleros o músicos. Sólo necesitaremos muchas más sillas y, eso sí, repetiremos el riesgo de vivir una procesión... sólo para abonados.
No está previsto ningún déficit de capataces, costaleros o músicos. Sólo necesitaremos muchas más sillas y, eso sí, repetiremos el riesgo de vivir una procesión... sólo para abonados.
El jefe de la Fuerza Terrestre recuerda sus salidas con túnica de nazareno en su discurso de la noche del jueves.
El pregón volverá por la senda del impacto que se logra en corto, de la emoción que brota de forma repentina y continua.
Para la gran reordenación de la Semana Santa y para la designación de pregoneros.
El planteamiento falla en no abrir el debate al máximo posible de soluciones, como el cambio de jornada de algunas cofradías, y en no arbitrar una suerte de sanciones.
La sagrada imagen cuenta con un exoesqueleto de acero inoxidable que garantiza su seguridad en los traslados y en la procesión.
La Hermandad de la Divina Pastora ha entregado copias del documento al Consejo y al Ayuntamiento.
El Consejo está obligado a tomar la iniciativa en ciertas reformas antes de que lo haga el poder civil en la Semana Santa previa a las elecciones.
Hace muchos años que tiene el oro de quienes lo ven y le piden que medie por sus intenciones ante el Gran Poder.
No era el momento de una alternativa, pues la crisis de la pandemia está muy reciente.
Uno de los mejores ha recibido el calor de sus compañeros en la hermosa tarea de enseñar la mejor versión de la Semana Santa.
Homenaje de las hermandades de la Madrugada a dos ex hermanos mayores que deberían ser referencia para los más jóvenes.
Los efectos de las altas temperaturas, los sondeos del 27-J, las novedades en la curia...
La audiencia con monseñor Saiz no supondrá ninguna desautorización del delegado diocesano Lombo, que firmó el decreto de intervención económica.
Así fue vigilado el paso de la Estrella por el puente y el de la Esperanza de la Trinidad por la Ronda.
La fuerza de la institución debería emplearse en orientar a una masa que cada vez se sabe mover menos por la calle, no respeta al nazareno o no se levanta al paso de la Bandera Pontificia.